Beijing/Prensa Latina
El máximo órgano disciplinario de China aprobó el domingo los objetivos que perseguirá en 2021 para profundizar la lucha contra la corrupción, considerado el principal factor de riesgo en la gobernanza del Partido Comunista (PCCh).
La Comisión Nacional de Supervisión, adjunta al brazo disciplinario del partido, velará de forma más estricta por el cumplimiento de las normas a fin de garantizar que ningún militante o funcionario del Gobierno ‘se atreva, tenga espacio o deseo de incurrir en malas prácticas’.
Según un documento avalado este domingo, dicha entidad buscará arrancar de raíz las formalidades, el burocratismo, hedonismo y la extravagancia de los cuadros del país, pero además pondrá bajo la lupa los negocios de los familiares.
Atacará a quienes aprovechan los cargos para beneficio propio y protegerá los derechos del pueblo ante casos como esos.
Entre otros propósitos, la Comisión lanzará inspecciones internas para evaluar la autodisciplina de los dirigentes chinos.
Dicho organismo consensuó sus metas del año al término de una sesión plenaria, que se extendió durante tres días para examinar el trabajo del año pasado y definir la agenda del presente 2021.
Al inaugurar la cita el viernes, el presidente del país y secretario general del PCCh, Xi Jinping, advirtió que la corrupción se mantiene como el principal enemigo de esa fuerza política y enfrentarla es más complejo porque coexisten viejas y malas prácticas.
Exigió fortalecer la campaña contra el flagelo y desterrarlo, principalmente, de sectores vinculados al bienestar social como la educación, salud pública y alivio de la pobreza.
‘La lucha entre la corrupción y los esfuerzos anticorrupción continuará existiendo durante un largo período por venir (…) debemos seguir adelante a pesar de las dificultades’, acotó.
Cuando Xi asumió la presidencia en 2012 se propuso consolidar la posición de China como potencia, pero a lo interno una de las tareas en la que más énfasis puso fue depurar el Partido Comunista y al gobierno de las malas prácticas.
Desde entonces emprendió una campaña sin precedentes orientada a desenmascarar desde las bases hasta los más altos niveles, a quienes incurren en conductas que durante años perjudicaron la imagen de la organización ante los ojos de la ciudadanía.