BEIJING/Xinhua
Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China refutó hoy viernes el llamado “genocidio” y el “trabajo forzoso” en Xinjiang que los políticos estadounidenses, en colusión con algunas organizaciones e individuos contrarios a China, han estado propagando y exagerando inescrupulosamente con propósitos políticos ulteriores.
Los desesperados intentos de las fuerzas contrarias a China por difamar y reprimir a China fracasaron en el pasado y nunca triunfarán en el futuro, dijo como respuesta en la rueda de prensa cotidiana el portavoz Wang Wenbin, quien agregó que el autor de la “mentira del siglo” quedará clavado al histórico pilar de la ignominia.
“Quisiera tomar un momento para compartir con ustedes mi experiencia sobre cómo desacreditar mentiras sobre Xinjiang y evitar ser engañados para que todos ustedes puedan ver el verdadero rostro de quienes fabricaron esas mentiras”, dijo Wang.
“En primer lugar, quienes fabrican mentiras sobre Xinjiang siempre se camuflan bajo tres mantos”, dijo Wang.
El primer manto es el manto de la investigación académica, dijo Wang, quien agregó que diseminan rumores en nombre de estudiosos y de instituciones académicas. Ejemplos típicos son Adrian Zenz y el Instituto Australiano de Política Estratégica (ASPI, por sus siglas en inglés).
El segundo es el manto de víctimas. Inventan mentiras haciendo el papel de víctimas o de testigos. Estos testigos falsos abundan. Los llamados “testimonios” de estos individuos se contradicen y no pueden justificar nada, y sólo revelan que las personas no son víctimas ni testigos, sino actores de tercera que se delatan a sí mismos al modificar sus guiones, dijo Wang.
La tercera es el manto de la ley. El llamado “Tribunal Uygur” se distingue por difundir mentiras con pretextos legales. Este “tribunal” no tiene nada que ver con la ley, sino que se dedica a la manipulación contra China con un nombre engañoso, dijo.
Segundo, quienes fabrican las mentiras relacionadas con Xinjiang parecen ser independientes entre sí, pero en realidad están estrechamente relacionados debido a que son motivados y manipulados por la misma fuerza tras bambalinas, dijo Wang.
“No resulta difícil ver que los verdaderos fabricantes y ‘beneficiarios’ de las mentiras relacionadas con Xinjiang son algunas fuerzas contrarias a China en Estados Unidos”, destacó Wang.
Tercero, muchas cosas han cambiado en el mundo actual, pero Estados Unidos utiliza todavía el mismo modus operandi para fabricar mentiras, dijo el portavoz.
Hace años, Estados Unidos utilizó una probeta, de lo que se cree que era detergente en polvo, como evidencia para acusar a Irak de esconder armas de destrucción masiva y emprendió una guerra. Hoy, 20 años después, citando los “testimonios” de un puñado de actores patéticos, Estados Unidos afirma que hay “genocidio” y “trabajo forzoso” en Xinjiang, con base en lo cual impuso sanciones y adoptó legislación para reprimir a China. “Su modus operandi sigue siendo el mismo. Simplemente reemplazó el polvo blanco con algodón de Xinjiang de China”, añadió.
“Pero los nuevos avances de nuestro mundo actual también traen consigo un ojo más perspicaz”, dijo Wang, quien añadió que las mentiras relacionadas con Xinjiang inventadas por fuerzas contrarias a China en Estados Unidos no pueden socavar la estabilidad, la unidad, el desarrollo armonioso y el bienestar de los habitantes de Xinjiang ni silenciar la voz justa de la comunidad internacional que muestra apoyo a China. Sólo expondrán aún más ante el mundo entero el verdadero rostro de los mentirosos y de los conspiradores.