Por Hui Min Neo/Jérôme Cartiller
Berlín/Washington/AFP
China y la Unión Europea defendieron con vigor el Acuerdo de París sobre el clima, horas antes de que el presidente estadounidense Donald Trump comunique si mantendrá o no a su país en el pacto.
Medios estadounidenses anuncian que Trump retirará probablemente a Estados Unidos del acuerdo firmado en diciembre de 2015 para limitar el calentamiento global.
«China seguirá implementando las promesas que hizo durante el Acuerdo de París», prometió el primer ministro chino Li Keqiang en Berlín, tras un encuentro con la canciller alemana Angela Merkel.
«Pero, por supuesto, esperamos contar con la cooperación de los demás», añadió, aludiendo a las amenazas de Trump sobre su posible renuncia al acuerdo.
Pekín fue, junto con la administración estadounidense presidida entonces por Barack Obama, uno de los principales artífices del acuerdo histórico en el que 196 países se comprometieron a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Merkel, que no habló de Trump –cuya decisión se espera en torno a las 19H00 GMT– se «alegró de que China respete sus compromisos sobre el acuerdo climático».
Aunque nunca pronunciaron su nombre, ambos dirigentes hicieron claras alusiones a la postura del presidente estadounidense, días después de que la canciller criticara con dureza a Washington.
«Ambos somos partidarios del libre comercio y de un orden mundial basado en reglas», dijo Merkel, mostrando su oposición al proteccionismo y unilateralismo que defiende Trump desde su elección.
Los responsables de la UE adoptaron, por su parte, un tono menos diplomático con el presidente estadounidense.
La cuestión dividió profundamente a la cumbre del G7 que acaba de concluir en Sicilia, donde todos los participantes, a excepción del inquilino de la Casa Blanca, reafirmaron su compromiso con este acuerdo sin precedentes.
La ministra canadiense de Medio Ambiente, Catherine McKenna, pidió al gobierno estadounidense que no abandone el acuerdo de París.
«Estaremos en la mesa desempeñando nuestro papel porque creemos que es lo que hay que hacer y tiene sentido desde el punto de vista económico», dijo McKenna, haciendo alusión a una «gran oportunidad económica» en el desarrollo y el despliegue de las «tecnologías limpias».
Reacciones europeas
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, instó a Trump a permanecer en el Acuerdo de París. «Por favor, no cambie el clima (político) para peor», tuiteó.
Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, consideró inaceptable una posible retirada de Washington.
«Soy partidario de la relación trasatlántica, pero si el presidente estadounidense anuncia en las próximas horas que quiere salir del Acuerdo de París, el deber de Europa será decirle: eso no está bien así», declaró el miércoles en Alemania.
«Anunciaré mi decisión sobre el Acuerdo de París el jueves a las 3:00 de la tarde, hora local. En la rosaleda de la Casa Blanca. ¡DEVOLVER SU GRANDEZA A AMÉRICA!», tuiteó el miércoles Trump, retomando el lema de su campaña.
Desde su llegada al poder, Trump parece dispuesto a promover las energías fósiles (carbón, petróleo, gas) en nombre de la defensa de los empleos estadounidenses.
Una retirada estadounidense tendría graves consecuencias para el acuerdo, tan solo 18 meses después de su firma, ya que Estados Unidos es, junto con China, el principal emisor de gases de efecto invernadero.
Aunque el comisario europeo de Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete, afirmó que «pase lo que pase hoy, el Acuerdo de París continuará».
Tras el encuentro de esta mañana en Berlín, la UE y China reafirmarán su compromiso con el acuerdo climático durante una cumbre celebrada este jueves por la tarde y el viernes en Bruselas, indicó un dirigente europeo bajo anonimato.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo el martes que era «absolutamente esencial» implementar el acuerdo de París sobre el clima.
En su primer discurso importante sobre el tema, Guterres instó a la comunidad internacional a cumplir los compromisos del acuerdo de 2015 «con mayor ambición».
Señales contradictorias
Trump prometió durante su campaña que retiraría a su país del Acuerdo de París. Pero desde que asumió la presidencia, ha enviado señales contradictorias sobre este asunto, que reflejan discrepancias en el seno de su administración.
El director de la Agencia de Protección del Medioambiente (EPA) estadounidense, Scott Pruitt, abogó por una retirada del acuerdo, al considerar que es «malo» para su país.
Sin embargo, el mundo de los negocios se pronunció, en su mayoría, a favor de una permanencia en el acuerdo. Una decena de grandes grupos, entre ellos la petrolera ExxonMobil o gigantes tecnológicos como Google, Intel o Microsoft, instaron a Trump a no salir del pacto.
Trump podría recurrir al artículo 28 del Acuerdo de París. Esa disposición permite que los firmantes se retiren del pacto, pero solamente tres años después de su entrada en vigor, que se hizo efectiva el 4 de noviembre de 2016.
Otra solución sería una salida de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CNUCC).
Trump también podría elegir permanecer en el acuerdo, pero reduciendo los objetivos estadounidenses sobre emisiones de gases de efecto invernadero.