WenChang / Xinhua
El nuevo gran cohete portador Gran Marcha-5B de China hizo el martes su vuelo inaugural, transportando al espacio la versión de prueba de la nueva generación de nave espacial tripulada del país y una cápsula de prueba que más adelante será usada para traer carga de vuelta a la Tierra.
El exitoso vuelo inauguró el «tercer paso» del programa espacial tripulado de China, que va a construir una estación espacial, informó la Agencia de Vuelos Espaciales Tripulados de China (CMSA, por sus siglas en inglés).
El cohete de color blanco fue enviado al espacio a las 18:00 (hora de Beijing) desde el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang, ubicado en la costa de la sureña provincia insular de Hainan.
Unos 488 segundos después, la nave experimental, que en esta ocasión viaja sin tripulación, junto con la versión de prueba de la cápsula para traer carga de vuelta, se separaron del cohete y entraron en la órbita planificada, dijo la CMSA.
El cohete Gran Marcha-5B, diseñado especialmente para el programa espacial tripulado de China, se usará principalmente para lanzar los módulos de la estación espacial.
El cohete portador Gran Marcha-5B ayudará a ampliar las actividades aeroespaciales de China, dijo Wang Xiaojun, jefe de la Academia de Tecnología de Vehículos de Lanzamiento de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC).
Modificado con base en el Gran Marcha-5, el nuevo gran cohete tiene una longitud total de 53,7 metros, aproximadamente la altura de un edificio de 18 pisos, una etapa central de cinco metros de diámetro y cuatro propulsores de 3,35 metros de diámetro, así como un carenado de 20,5 metros de largo y 5,2 metro de diámetro.
El cohete usa propulsores amigables con el medio ambiente, incluidos oxígeno líquido, hidrógeno líquido y queroseno. Cuenta con una masa de despegue de 849 toneladas y es capaz de enviar más de 22 toneladas de carga, equivalente al peso de más de 10 autos, a una órbita terrestre baja, que actualmente es la mayor capacidad de carga de órbita terrestre baja entre los cohetes de China.
El exitoso vuelo inaugural verificó el diseño del cohete. Una serie de avances tecnológicos han sido logrados, como la separación de un gran carenado y las cargas en el espacio y el control preciso del cohete para entrar en órbita directamente con alto empuje, sentando la base para la construcción de la estación espacial de China, indicó la CMSA.
La nueva nave espacial tripulada está diseñada para adaptarse a tareas múltiples que incluyen misiones de órbita terrestre baja y exploraciones del espacio profundo. La nave comprende una cápsula de servicio y una cápsula de retorno.
La misión probará las tecnologías clave de la nueva nave espacial como el control de su reingreso a la atmósfera, el blindaje térmico y la tecnología de recuperación, de acuerdo con la Academia de Tecnología Espacial de China subordinada a la CASC.
Algunos experimentos de ciencia espacial, incluida la impresión 3D espacial, serán llevados a cabo en la nave experimental.
La versión de prueba de una cápsula de retorno de carga, que es flexible e inflable y que fue desarrollada por la Segunda Academia de la Corporación de Ciencia e Industria Aeroespacial de China, también fue enviada el martes al espacio.