Joaquín Salazar
@JoakinSalazar
La República Popular China no quiere enemigos, no hace alianzas, ni busca aliados, quiere amigos, es la conclusión de Zhang Shengjun, director del Instituto de Relaciones Internacionales de la Facultad de Administración Gubernamental de la Universidad Normal de Beijing. El académico hizo un análisis sobre la gobernanza que ofrece el gigante asiático a través de la Franja y la Ruta, una de sus principales iniciativas para la cooperación internacional.
El académico explicó a periodistas de América Latina, sobre la iniciativa de la Franja y la Ruta impulsada por el presidente Chino, Xi Jinping. El gigante asiático busca la paz con los países del mundo, no generar guerras, sino oportunidades para todos los pueblos con beneficios que permitan mejorar la economía mundial y el desarrollo, agregó.
Zhang, afirmó que desde la perspectiva pacífica China, el país asiático ha centrado su labor en generar un mejor desarrollo económico. Un ascenso a través de la “virtud”. Y es esa virtud la que radica en el poder del pueblo, no los intereses de determinado poder hegemónico.
“Buscamos amigos, no injerencia en los asuntos internos de otros países, no operaciones subversivos contra el régimen de otros países. Esto es un respeto a otros países, China siempre sostiene que su propio país debe buscar la manera para su desarrollo, pero China Popular puede apoyarlos”, explicó.
Para esto, el académico aseguró que el gigante asiático no aplica el unilateralismo, contrario a ello busca el multilateralismo, que requiere que muchas naciones se unan para un objetivo en común y para buscar métodos de cómo desarrollarse. “Promovemos el diálogo entre las civilizaciones y forjamos un consenso internacional”, aclaró.
De igual manera, Zhang, asegura que una de las muestras más importantes de la búsqueda del desarrollo y la cooperación internacional es el Foro de la Franja y la Ruta, iniciativa que busca alternativas de inversión y cooperación internacional. “La Franja y la Ruta tiene contenidos y modelos diversos, China pretende construir este modelo y unir al mundo, este es un modelo de gobernanza que nace de la enseñanza, los países occidentales solo quieren cambiar al mundo, pro no desarrollarlo”, afirmó.
Por otro lado, el director explica que debe aplicarse un nuevo estilo de globalización, en el que prevalezca el rápido desarrollo. Que incluya la gobernanza donde el primer beneficiado siempre sea el pueblo, la cual debe estar basada en la cooperación internacional y el apoyo mutuo entre naciones. “Caminar solo es rápido, pero caminamos juntos y llegamos lejos”, afirmó.