Pekín / AFP
China no renunciará al uso de la fuerza militar como opción para combatir a las fuerzas independentistas en Taiwán, dijo el miércoles el presidente Xi Jinping, insistiendo en que China «será reunificada».
Pekín «se reserva la opción de tomar todas las medidas necesarias» contra las «fuerzas externas» que interfieran con la reunificación pacífica y contra las actividades independentistas y separatistas de Taiwán, advirtió el presidente chino en un discurso solemne.
Su alocución conmemoraba el 40º aniversario de un mensaje enviado a Taiwán en 1979 en el que Pekín reclamaba la unificación y el fin de la confrontación militar.
Taiwán y la China continental están gobernadas por separado desde 1949, cuando acabó la guerra civil china y los comunistas llegaron al poder en Pekín.
Las autoridades chinas consideran a la isla como una de sus provincias y piden una «reunificación» de ambos lados del estrecho.
Taiwán se considera a sí misma un Estado soberano, con su propia moneda y sistemas político y judicial, pero nunca declaró la independencia formalmente.
A pesar de la mejora de las relaciones entre la isla y el continente durante los últimos 40 años, Pekín siguió amenazando con recurrir a la fuerza para restablecer su soberanía en caso de que Taiwán proclame formalmente su soberanía o en caso de intervención externa.
«La independencia de Taiwán no llevará más que a un punto muerto», advirtió Xi. «China debe ser reunificada y lo será».