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Las autoridades chinas han prohibido con carácter temporal salir de Wuhan (Hubei, China) a los más de 11 millones de habitantes de esta urbe, donde el pasado mes de diciembre se originó el nuevo coronavirus, que se ha propagado y ya se ha cobrado la vida de 17 personas, informa The Global Times, asimismo la prensa estatal informa que está suspendido el servicio de trenes y vuelos desde esa ciudad.
La red de transporte local se mantendrá cerrada a partir de las 10:00 (hora local) del jueves. Asimismo, el aeropuerto y las estaciones de tren tampoco estarán abiertas para los pasajeros.
La Comisión Nacional de Salud del país asiático cree que esta enfermedad, que ya ha dejado más de 400 infectados, podría mutar y propagarse, pues se transmite a través del tracto respiratorio. Por ello, han recomendado una serie de medidas para contener el virus, incluida la desinfección y ventilación en aeropuertos, estaciones de tren y centros comerciales, sobre todo ahora que cientos de millones de personas viajan por el país con motivo de las vacaciones del Año Nuevo Lunar.
La neumonía atribuida al nuevo coronavirus no destaca por provocar síntomas especiales: los enfermos tienen fiebre, mientras que algunos sufren dificultades para respirar y sus radiografías muestran cambios en los pulmones.
Esta enfermedad de origen vírico no se cura con antibióticos y su tratamiento es sintomático, sin enfocarse en la etiología del mal.
La OMS aún evalúa la gravedad de la situación y no recomienda que quienes viajen a China tomen medidas específicas y se pronuncia en contra de restringir las visitas a ese país asiático, con lo cual aún no se trata de una epidemia.
Aunque la gran mayoría de los infectados vive en la provincia de Hubei, también se han registrado casos en Pekín o Shanghái, detectándose la enfermedad en algunas personas procedentes de territorio chino en Japón, Tailandia, Corea del Sur y Estados Unidos