Beijing/AFP
Pekín manifestó su descontento este viernes luego de que un buque de guerra de Estados Unidos se aproximase a una isla artificial en el Mar de la China Meridional, maniobra que generó advertencias de la Marina china al destructor norteamericano.
El portavoz de la cancillería china Geng Shuang dijo que las maniobras del USS John S. McCain habían violado las leyes chinas e internacionales, afectando «seriamente» su soberanía y seguridad.
«China está muy molesta con esto», indicó Geng en una declaración, agregando que Pekín presentará una protesta formal en Washington.
El destructor USS John S. McCain navegó a seis millas náuticas (11,1 km) del arrecife Mischief construido artificialmente por China, en el marco de una operación de «libertad de navegación», indicó un responsable de Estados Unidos.
El arrecife es parte de las islas Spratly, cuya soberanía es disputada por China y sus vecinos.
Hablando bajo el anonimato, el responsable norteamericano dijo a la AFP que una fragata china envió al McCain advertencias por radio al menos 10 veces.
«Llamaron y dijeron: por favor dad marcha atrás, estáis en nuestras aguas», indicó el responsable. «Les contestamos que somos un buque norteamericano realizando maniobras de rutina en aguas internacionales», agregó.
La fuente indicó que las interacciones fueron todas «seguras y profesionales» y que las operaciones se prolongaron por espacio de seis horas, pero según la cancillería china, las mismas «pusieron vidas en peligro».
La operación de «libertad de navegación» fue la tercera de ese tipo realizada por Estados Unidos desde que el presidente Donald Trump llegó a la Casa Blanca en enero pasado.
Superposición de reclamos
La maniobra norteamericana se produce cuatro días después de que Estados Unidos, Australia y Japón denunciasen la construcción de la isla y la militarización del Mar de la China Meridional, en ocasión de un foro de seguridad de los 10 países miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en Manila.
China reclama la soberanía de casi todo ese mar por el cual transitan 5 billones de dólares de comercio anual y en cuyo lecho se presume hay yacimientos de gas y petróleo.
Las aspiraciones chinas de soberanía total se superponen a las de Vietnam, Filipinas, Malasia y Brunei –todos miembros de la ASEAN– así como de Taiwán.
Sin embargo, en años recientes Pekín ha logrado amilanar las resistencias regionales cortejando a varios miembros de la ASEAN.
El domingo pasado, China logró en particular que ministros de la ASEAN adopten una declaración muy débil acerca de la disputa y admitan puntos de vista de Pekín en la reunión de Manila.
China insiste en que un código de conducta sobre el tema, que se está negociando desde hace tiempo entre miembros de la ASEAN, no sea legalemente obligatorio, exigencia que hasta el momento los vecinos han aceptado.
El portavoz del ministerio chino de Defensa Wu Qian declaró que la situación en el Mar de la China Meridional se ha «estabilizado» gracias a «esfuerzos conjuntos» de China y sus vecinos, pero que las maniobras de Estados Unidos amenazan «la paz y la seguridad en la región».
«Las acciones militares provocadoras sólo van a alentar a los militares chinos a fortalecer sus capacidades de defensa y a defender la soberanía y la seguridad nacional», dijo Qian.
Las maniobras ocurren por otra parte en medio de crecientes tensiones en la península coreana en torno al programa de misiles de Pyongyang. Estados Unidos presiona a China para que adopte una posición más firme ante su aliado y vecino norcoreano.
El portavoz del Pentágono, Chris Logan se negó a comentar si hubo una maniobra de libertad de navegación en el Mar de China Meridional, pero aclaró que Estados Unidos seguirá realizándolas.
«Todas las operaciones se desarrollan conforme al derecho internacional y demuestran que Estados Unidos va a volar, navegar y operar dondequiera que la ley internacional lo permita», dijo.