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Beijing / Prensa Latina
Yolaidy Martinez
China y Estados Unidos vuelven a sorprender al mundo en diciembre con regalo navideño: una tregua a su guerra comercial que motiva una celebración mesurada porque es apenas un paso más en un camino lleno de obstáculos.
Como era de esperar la noticia de la fase inicial de un pacto limitado fue bien acogida en los círculos de negocios, avivó el mercado bursátil y devolvió algo de calma a inversores internacionales.
Comentarios al respecto proliferan desde entonces analizando cada arista del tema y el duro trayecto recorrido para consensuar un texto de nueve capítulos relacionados con propiedad intelectual, alimentos y productos agrícolas, impulso del comercio, finanzas, moneda y transparencia, transferencia forzada de tecnología, evaluación bilateral y resolución de disputas.
Pero un punto repetido por expertos y la prensa es que el pacto no significa el fin de una disputa larga y en la cual influye mucho lo político, aunque su esencia es mercantil.
El académico chino Liu Baocheng valoró el texto como ‘una pausa crítica en una guerra comercial a punto de intensificarse’, pero a la vez una demostración de que el conflicto aun puede dirimirse mediante negociaciones.
Su colega Wu Xinbo observa la politización en cada aspecto el proceso y llama la atención en los choques sistemáticos entre Estados Unidos y China por el empeño del primer país de querer frenar el desarrollo del segundo con cualquier herramienta disponible.
‘Áreas como la ciencia y las firmas estatales son extremadamente complicadas para las dos potencias. Estados Unidos querrá presionar siempre a China’, indicó en un artículo divulgado por el canal CGTN.
Mientras Pascal Lamy, exdirector general de la Organización Mundial de Comercio (2005-2013), consideró el convenio inicial muy limitado en comparación con el gran daño derivado de una discordia de 20 meses.
‘Asuntos esenciales aun están por analizarse y resolverse en medio de una creciente competencia entre las principales potencias del planeta’, dijo en entrevista con CGTN.
De su lado, el diario Global Times indicó que el texto debe verse como un logro de mutuo beneficio, pero dependerá de Washington y Beijing hacer más esfuerzos para que surta efectos realmente positivos en el mercado global.
‘China y Estados Unidos son capaces de prolongar la guerra comercial. Si quieren evitarla, ambas partes deben hacer compromisos y aceptar condiciones respetuosas de sus respectivos intereses’, señaló el periódico.
El vicanciller Zheng Zeguang expresó la voluntad del gigante asiático de trabajar con Washington hacia el fin de la controversia, evitar la confrontación, promover el respeto mutuo y la cooperación de ganancia compartida.
Pero acotó que ello no significa renunciar a la defensa de la soberanía, seguridad y derechos al desarrollo, al abogar por manejar apropiadamente los problemas de fondo en el pleito bilateral.
Desde que abrieron las negociaciones en mayo de 2018 hubo momentos de avances, que por breve tiempo dieron respiro a la zozobra que desata la guerra comercial.
Pero esas treguas alternaron con retrocesos por decisión unilateral de Estados Unidos de echar por tierra lo colegiado y proceder con nuevas tandas de tributos, a los cuales China respondió con igual magnitud en defensa de sus intereses y empresas.
Ahora nuevamente el mercado global recobra la calma tras meses de incertidumbre y desplome financiero, no obstante, queda en el aire la desconfianza de volver al círculo vicioso gracias al mal precedente de que los intentos anteriores por frenar la controversia Washington-Beijing se esfumaron de un momento a otro.
