París / AFP
Jérôme Rivet / Valérie Leroux
Francia, Alemania y la Comisión Europea reivindicaron el martes una colaboración más equilibrada entre China y Europa, basada en la «confianza» y la «reciprocidad», y defendieron un multilateralismo «renovado».
Durante una minicumbre en París, y sin citar el nombre de Donald Trump, los dirigentes chino, Xi Jinping, francés, Emmanuel Macron, y alemán, Angela Merkel, junto al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, advirtieron contra las «tensiones comerciales» en un contexto de ofensivas del presidente estadounidense, especialmente contra las importaciones chinas.
«Las fricciones internacionales siguen en aumento y cada vez están más marcadas por pulsos geopolíticos», declaró Xi Jinping, tras este encuentro en el Palacio del Elíseo.
Emmanuel Macron tuvo esta idea de reunión a cuatro, para presentar un frente europeo unido ante China.
La UE se siente acorralada entre Donald Trump y su visión contractual en las relaciones internacionales y la expansión china, centrada en su proyecto sobre las «nuevas rutas de la seda» y sus inversiones masivas en todo el mundo y en Europa.
«Tenemos divergencias», señaló Macron tras la reunión, en una declaración junto a Xi. «Pero respetamos a China (…) y esperamos naturalmente que nuestros grandes socios respeten también la unidad de la Unión Europea y los valores que representa».
En un contexto en el que las inversiones de Pekín en ciertos países europeos hacen temer divisiones, el mandatario francés insistió en que «la cooperación aporta más que la confrontación».
– «Avanzamos juntos» –
Por su parte, Xi Jinping respondió que tiene que superarse la «desconfianza». «Pese a que hay puntos de desacuerdo, de competición, aunque es una competición positiva (..) estamos avanzando juntos», abundó. El presidente chino no anunció sin embargo medidas concretas para tranquilizar a los europeos respecto a las «nuevas rutas de la seda».
Es un «proyecto muy importante» y «nosotros, los europeos, queremos tener un papel» pero «esto tiene que conllevar reciprocidad y tenemos problemas para encontrarla», declaró la canciller alemana, Angela Merkel.
«Querría (…) que las empresas europeas encuentren el mismo grado de apertura que las empresas chinas en Europa. Total», reiteró por su parte Jean-Claude Juncker, que presidirá la próxima cumbre entre la UE y China el 9 de abril en Bruselas.
Desde la llegada de Trump al poder, Xi Jinping se presenta como un actor en la concordia entre naciones. Sin embargo, su proyecto de infraestructuras de transporte hacia Occidente, sus visión muy bilateral, negociando con cada país, y sus inversiones en activos estratégicos, preocupan y dividen a Europa, donde China ha invertido unos 145.000 millones de euros desde 2010.
Los cuatro dirigentes coincidieron sin embargo en la necesidad de la «modernización» de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que rige los intercambios internacionales y cuya utilidad es criticada por la Casa Blanca.
Respecto a la lucha contra el cambio climático, Emmanuel Macron y Xi Jinping se comprometieron, en una declaración común publicada tras el encuentro, a desempeñar un «papel impulsor y de movilización» contra el calentamiento global.
Prometieron además actuar conjuntamente en favor de un «impulso mundial» frente a la pérdida de biodiversidad en el mundo y luchar contra la «criminalidad medioambiental, en particular la caza furtiva y el tráfico de especies de fauna y flora amenazadas de extinción», así como contra la contaminación del plástico.
China celebrará en 2020 una reunión COP de la ONU sobre biodiversidad.