Liliana Martínez-Scarpellini/DPA
El año pasado fue bíblico en Hollywood por la magnitud y la cantidad de títulos dedicados a personajes e historias relacionados con las sagradas escrituras. Aunque el estruendo en taquilla no fue tan contundente como se esperaba, viagra la estela de esa fiebre aún continúa con “Exodus: Gods and Kings”, una gran producción dirigida por Ridley Scott.
La historia no es otra que la de Moisés: su lucha contra el faraón Ramsés, el gran viaje para liberar a 600.000 esclavos y la huida de Egipto y sus plagas. En su piel se mete el británico Christian Bale, que podría optar una vez más a estatuilla por este trabajo.
Fue en marzo del año pasado cuando el ganador de un Oscar por “The Fighter” decidió aceptar la petición de Scott para protagonizar su apuesta bíblica. Ese mismo día, el malo de la película, Joel Edgerton, se incorporó también al proyecto como Ramsés. El rodaje de esta superproducción comenzó en septiembre y, entre otros, contó con España como uno de los escenarios de la leyenda.
Tanto Pechina como Tabernas, en la provincia andaluza de Almería, aportaron su agreste geografía y el talento local de 4.000 extras. Además, Scott también quiso rodar en las Islas Canarias, concretamente en Fuerteventura, con escenas adicionales en Pájara y Antigua.
Posteriormente, el rodaje se completó en los estudios Pinewood de Londres, que se han convertido en una referencia para el cine mundial. El resultado es una película grandiosa en su despliegue de recursos, con toda la carga emocional del enfrentamiento entre Ramsés y Moisés y de la plaga que azotó Egipto de la mano de dios.
Es una historia muy compleja que ha recibido múltiples interpretaciones y que ha estado bajo la lupa tanto de cristianos como de judíos y otras religiones. Así, Scott eligió a un genio como Steven Zaillian (“Schindler’s List”) para dar forma a su moderna interpretación de texto bíblico, en colaboración con Bill Collage, Adam Cooper y Jeffrey Caine.
Pese al talento, las críticas han sido múltiples. Empezando por el hecho de que los protagonistas son británicos o estadounidenses: además de Bale y Edgerton, en el reparto figuran Sigourney Weaver como la reina Tuya y Aaron Paul como Josué.
También han creado polémica las declaraciones de Bale sobre quién era Moisés, un personaje al que describió como un “esquizofrénico” y “uno de los hombres más barbáricos” sobre los que ha leído en su vida. Para muchos, el comentario augura una enorme desconexión entre lo contado en la Biblia y la cinta de Scott, algo que le puede perjudicar a la hora de lograr un buen resultado en taquilla. De hecho, ya circula en Twitter una campaña para boicotear la película.
Bale se queda con la enorme diversión de hacer una película como esa. “Es como tener ocho años y tener la oportunidad de montar a caballo o participar en una batalla época”, dijo Bale en una entrevista para promocionar la cinta. “Al final, de lo que se trata es de conectar con el público, de emocionarles”, concluye el actor, que espera poderlo lograr pese a la controversia que suelen generar los títulos bíblicos.