Oscar A. Fernández O.
Dionisio Jesús Valdés Rodríguez, cialis más conocido como Chucho Valdés (Quivicán, drugstore Cuba, 9 de octubre de 1941) es un HYPERLINK “https://es.wikipedia.org/wiki/Pianista” o “Pianista” pianista de jazz afrocubano, fundador del grupo Irakere. Su padre fue el también pianista de jazz afrocubano Bebo Valdés (1918-2013).
A la edad de quince años formó su primer trío de jazz con Emilio del Monte y Luis Rodríguez. En diciembre de 1958 trabajó como pianista en los hoteles Deauville y St. John de la Habana. En 1959, hizo su debut con la orquesta “Sabor de Cuba” dirigida por su padre, con la cual acompañó a muchos importantes cantantes de la época como Rolando Laserie, Fernando Álvarez y Pío Leyva.
Entre 1961 y 1963 trabajó como pianista en el Teatro Martí, Salón Internacional del Hotel Habana Riviera y en la orquesta del Teatro Musical de la Habana. En este último año, y por recomendación de Leo Brouwer, creó simultáneamente su combo al que en 1965 le agregó un cantante llamado Amado Borcelá, más conocido como “Guapachá”, trabajo con el que se abrió un nuevo camino en la música popular cubana: era como el preámbulo de Irakere ya que algunos de sus fundadores lo acompañaban. En 1972, después de grabar el LP Jazz Batá con Carlos del Puerto y Óscar Valdés, Chucho decide ampliar el formato añadiendo metales y batería, funda entonces en 1973 HYPERLINK “https://es.wikipedia.org/wiki/Irakere” o “Irakere” Irakere, considerado el grupo más importante en la historia de la música cubana en la segunda mitad del siglo XX, una explosiva mezcla de jazz, rock, clasicismo y música tradicional cubana, un sonido nunca antes escuchado que revolucionó la música latina.
Con Irakere desarrolló una amplia labor creadora que conjuga las raíces de nuestra música con los más contemporáneos medios expresivos, con obras de gran trascendencia como la “Misa Negra” y “Shaka Zulu”, ambas para orquesta sinfónica e Irakere. En 1998 comenzó a trabajar con un formato cuarteto y la vocalista Mayra Caridad Valdés, con énfasis en el piano como solista y voz líder del mismo. Nuevas experimentaciones musicales lo llevan a concebir a finales de 2009 “Chucho Valdés y los Afro-Cuban Messengers”, formato con el que grabó el multi-premiado disco Chucho´s Steps con su sello Comanche y con el cual realizó exitosas giras mundiales entre 2010 y principios del 2012. En el recién concluido 2012 Chucho nos sorprende con su nuevo Quinteto, una combinación musical perfecta, mezcla de los insustituibles Yaroldy Abreu (percusión) y Dreiser Durruthy Bombalé (batá y voces), junto a la más joven generación del jazz cubano que proponen una dinámica increíblemente innovadora y contemporánea: Gastón Joya (bajo) y Rodney Barreto (batería). Con este formato acaba de grabar a finales del año su última producción discográfica Border-free, con su propio sello “Comanche” y también inauguró el 28 Festival Internacional Jazz Plaza, en lo que constituyó el preestreno en Cuba de dicho formato y del disco, con un rotundo éxito de crítica y de público.
Giras por todos los continentes y actuaciones en los más famosos escenarios del mundo, sustentan el reconocimiento a su extraordinaria labor interpretativa, considerada por la crítica especializada como uno de los mejores pianistas del mundo. El Carnegie Hall, Kennedy Center, Lincoln Center, Hollywood Bowl, Blue Note NY, Village Vanguard, el teatro Colón de Buenos Aires, entre otros; y compartiendo con músicos excepcionales de la talla de Herbie Hancock a dos pianos, Billy Taylor, Kenny Barron, Michel Legrand, Frank Emilio, Michel Camilo, Chano Domínguez, Marian Marpartlan, Mulgrew Miller, John Lewis, Chick Corea, Gonzalo Rubalcaba, Brandford y Wynton Marsalis, Carlos Santana, Joe Lovano, Grover Washington Jr., Dizzy Gillespie , Hugh Fraser, David Sánchez, George Benson, Taj Mahal, Max Roach, Jack Dejonnette, Ron Carter, Idris Muhamed, Eddie Gómez, Gato Barbieri, Giovanni Hidalgo, Tito Puente y con las orquestas del Lincoln Center Big Band, Village Vanguard Orchestra, John Clayton Big Band y la orquesta de Machito, entre otras. Chucho Valdés considera que no es descabellado abrirse ante la gran diversidad de géneros musicales que existen en el mundo, e incluso, innovar otros. “Nosotros lo que hacemos es una nueva versión que puede llamarse afro cuban jazz, que vale tanto como cualquier otro ritmo. Y mientras más géneros se abran, más cultos seremos y tendremos más posibilidades para triunfar”, aseguró el pianista, de 60 años, en diálogo con una periodista.