Liliana Martinez-Scarpellini
Los Angeles/dpa
Chuck Norris, sickness protagonista de numerosas películas de acción y de la serie “Walker Texas Ranger”, hospital además de campeón mundial de karate, cialis cumplirá 75 años el próximo martes.
El sentido del humor que demuestra este veterano actor estadounidense de barba tupida y rostro surcado de cicatrices es sorprendente, sobre todo comparado con los papeles de “duro” que suele interpretar en la pantalla grande, donde aparece con puños cerrados y cara de malo.
Y es bueno que lo tenga: A partir del surgimiento de los “Chuck Norris facts”, unas frases que circulan en la red y que llevan a extremos ridículos su virilidad y su fuerza, Norris se ha convertido en una suerte de caricatura.
Su chiste preferido sigue siendo el primero que llegó a sus oídos: “Quisieron retratar a Chuck Norris en el bloque de granito de Rushmore pero el granito no era suficientemente duro para esculpir su barba”.
Y hay muchos más: “Chuck Norris duerme con la almohada debajo del arma”, o también “Chuck Norris ensartó a tres hombres con un pelo que se sacó de la barba”. Al actor este fenómeno no le molesta en absoluto, sino que más bien le divierte, ya que al menos le ha permitido ganar fans jóvenes en todo el mundo.
En la actuación nunca pudo llegar tan lejos como Clint Eastwood o Charles Bronson, otros “duros” de Hollywood. Y es que nunca lo tomaron muy en serio. No es de extrañar, a juzgar por los títulos de las películas que protagonizó: “A force of one”, “Forced Vengeance”, “Missing in Action”, “Delta Force” y “Firewalker”.
Su última participación fue en “The Expendables 2” (2012), donde compartió cartel con Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger y Bruce Willis como el más veterano de esa liga de recios.
Pero su núcleo fiel de fanáticos lo ganó sobre todo a partir de su papel en la serie de televisión “Walker Texas Ranger”, que comenzó a emitirse en 1993. Allí se metió durante más de ocho años en la piel de Cordell Walker, un defensor de la ley y el orden que solía exhibir su dominio de las artes marciales.
A fin de cuentas, mucho antes de consagrarse en la pantalla grande Norris ya era campeón mundial de karate en peso medio, título que logró defender con éxito durante seis años consecutivos, desde 1968 hasta su despedida del deporte profesional.
A todo esto, Norris reveló el pasado febrero en la última Convención Nacional de Comunicadores Religiosos (NRB), una asociación de carácter conservador a la que él pertenece, que en su infancia había sido un niño “extremadamente retraído”.
También contó que su madre, una mujer profundamente religiosa oriunda de la región rural de Oklahoma, lo bautizó con ese nombre en honor a un sacerdote amigo, Carlos Ray. El padre de Norris abandonó a su familia cuando él era muy pequeño.
Recién adquirió carácter y confianza en sí mismo al viajar como soldado a la guerra de Corea, donde descubrió el ‘Tang Su Do’, una técnica de karate.
Al regresar a Estados Unidos en la década de 1960, Norris se ganó la vida como profesor de deportes de combate, cosechando trofeos y cinturones negros en artes marciales. Bruce Lee, su amigo en el deporte, y Steve McQueen, uno de sus alumnos famosos, le allanaron el camino hacia Hollywood.
Allí, el actor lleva adelante una lucha bastante solitaria con sus posturas ultraconservadoras, que difunde en calidad de columnista en el sitio web “World Net Daily”(WND).
Para Norris, uno de los mayores problemas que aquejan a Estados Unidos es el sistema escolar liberal. El actor, que es padre de cinco hijos, se lamentó indignado de que las escuelas estadounidenses sometieran a los niños a un “lavaje de cerebro” enseñándoles la teoría de la evolución para que dejaran de creer en Dios.
Su segunda esposa, la ex modelo Gena O’Kelley, dio a luz a mellizos en 2001. La familia vive en un “ranch” en Texas.
A Norris le gusta hacer gala de sus labores humanitarias, como sus cursos de deportes de combate para niños desfavorecidos. En 1992 fundó junto con el ex presidente estadounidense George H. W. Bush el programa “Kickstart Kids”, por el que desde entonces han pasado más de 80.000 niños. Su lema: “Formamos el carácter a través del karate”.