Bogotá / AFP
Colombia enfrenta varios focos de conflicto que agravaron la situación humanitaria, sobre todo en los límites con Ecuador y Venezuela, tras el desarme de la guerrilla FARC en 2017, denunció el jueves el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
«La realidad es que en Colombia no se puede hablar de posconflicto» luego del acuerdo de paz suscrito a finales de 2016 con la guerrilla marxista, señaló Christoph Harnisch, responsable del organismo en Colombia, en un crítico informe sobre lo ocurrido en 2018 en este frente.
Actualmente – enfatizó Harnisch – «no hay uno, sino al menos cinco conflictos» que involucran a las fuerzas del Estado y a la guerrilla del ELN, así como a disidentes de las FARC y remanentes de grupos insurgentes y paramilitares de ultraderecha.
«La situación es ahora más compleja que en el momento de la firma del acuerdo de paz (…), varios departamentos del país han experimentado un claro deterioro de la situación humanitaria», alertó el jefe en Colombia del CICR.
Entre las zonas más castigadas por el recrudecimiento de la violencia están Tumaco, en la frontera con Ecuador, y la región de Catatumbo, en los límites con Venezuela, donde se concentran las mayores extensiones de narcocultivos del país.
En los territorios donde persisten los enfrentamientos armados se disparó el desplazamiento de civiles hasta en un 90%. En 2017, 14.594 personas debieron huir de la guerra, y en 2018 este fenómeno afectó a 27.780 pobladores.
De igual forma, las víctimas por minas antipersona y artefactos explosivos pasaron de 57 en 2017 a 221 en el siguiente año.
«Pensábamos que después de 2017 esto iba a desaparecer (…) y pasó lo contrario. (Registramos) una utilización más intensa de los artefactos» explosivos, afirmó Harnisch.
También en 2018 se registró un caso de desaparición cada cuatro días.
Según el CICR, el desarme de las FARC y su transformación en partido dejó un vacío de poder en apartados territorios que el Estado no ocupo, sino que dio lugar a disputas entre los grupos que siguen en conflicto.
«En conclusión se puede decir que desafortunadamente para muchas de las personas, la vida en estas zonas es hoy mas difícil y tienen un sentimiento de abandono», indicó Harnisch.
El CICR también hizo énfasis en la masiva llegada de migrantes desde Venezuela que «se suman a la población vulnerable ante el conflicto».
Aunque la desmovilización de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) alivió el problema de violencia en Colombia, varias fuerzas siguen avivando el enfrentamiento al amparo del narcotráfico y la minería ilegal.