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Miguel Ángel Dueñas Góchez*
En el siglo XIX la exposición de la evolución biológica de Darwin dio lugar a otra lucha prolongada entre las fuerzas religiosas y los proponentes del progreso científico, lucha en la que sobresale el famoso juicio de Scopes, celebrado hace 92 años en el Estado de Tennessee (El 10 de julio de 1925, John T. Scopes, profesor de Psicología en Dayton, fue procesado por violar la ley estatal que prohíbe la enseñanza de “ninguna teoría que negara la historia de la creación divina del hombre tal como lo enseña la Biblia”. La acusación estuvo en manos del fiscal del Estado, asistida por William J. Bogan y varios más. El juicio, que duró varias semanas, atrajo gran atención y varios medios de comunicación le dieron cobertura. Scopes fue condenado y se le impusieron 100 dólares de multa. El dramático clímax del caso fue la súbita muerte de Bogan en Dayton el 26 de julio, a pocos días de cerrarse el caso), fue una escaramuza tardía de mucha publicidad.
Posteriormente se da la batalla contra el marxismo y el socialismo científico, lucha que se lleva a efecto utilizándose una gran variedad de armas –el silencio oficial, la falsa presentación y desfiguración de los hechos, o la persecución abierta– dependiendo todo ello de la potencia relativa de las fuerzas contendientes en un lugar o tiempo determinado.
En este contexto, la ciencia no encuentra ningún dios ni poder espiritual alguno en el universo, sino solo las varias manifestaciones de la materia en movimiento, demostrado hábilmente por Corliss Lamont en su libro “Ilusión de la inmortalidad”.
La Iglesia podrá discutir acerca del dualismo del alma y el cuerpo, pero lo que la ciencia sabe es que cierta clase de organismos son capaces de pensar y sentir, desconociendo los milagros, la eficacia de las oraciones, el pecado original y la finalidad predeterminada de este mundo. La ciencia nos proporciona el conocimiento de un mundo físico que ha existido siempre en una forma u otra.
(Tomado del libro “Qué es la filosofía”, de Howard Selsam).
Lic. en Relaciones Internacionales.
