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Agricultores salvadoreños exponen su preocupación por la “recesión económica que se avecina” y solicitan granizar la seguridad alimentaria. Foto Diario Co Latino/Ricardo Chicas Segura.

Cierre de restaurantes y pupuserías dispara pérdidas de hortalizas 

Rosmeri Alfaro
@DiarioCoLatino

Pérdidas de hasta 15 manzanas de repollo, reportan los productores de San Ignacio y La Palma, en Chalatenango, debido al cierre de restaurantes y pupuserías por la emergencia del COVID-19.

Los productores de hortalizas de la zona norte de Cabañas y Metapán también han empezado a perder sus repollos, lechugas y espinaca, por lo que solicitaron que se actúe oportunamente para garantizar la seguridad alimentaria.

“Todos los productores trabajamos con base en crédito. Sembramos en invierno y verano, la primera producción se ha perdido por la situación del COVID-19.

En Metapán se están perdiendo las tomateras, estamos hablando que para que para sacar una manzana de tomate se invierte cerca de $10,000, son miles de dólares los que se están perdiendo”, explicó Héctor Berríos, representante de la Federación de Hortalizas y Frutas.

“Lo grave de esto es que no existe una ley que le diga a los bancos o entidades crediticias: deténgase, porque siguen cobrando y lo que van a hacer es trasladar la deuda tres meses después, pero la deuda ya está y la pérdida que hemos tenido no la vamos a recuperar. Se deben buscar medidas oportunas y adecuadas para proteger al productor local”, agregó.

Cabe destacar que los productores de frutas y hortalizas no son los únicos que han mostrado su preocupación por los efectos de la emergencia decretada para detener la expansión del coronavirus.

El presidente de CAMPO, Luis Treminio lamentó que no se esté promoviendo la agricultura nacional y que se estén importando granos básicos. “Llamamos al ministro de Agricultura a no seguir permitiendo las importaciones que tanto daño le hacen al productor nacional”, dijo, en referencia a la importación de 33,000 toneladas de maíz, adquiridas por el Gobierno.

“Están pendientes 17,000 toneladas, todas libres de aranceles y justifican que eso será para una reserva, eso no sirve como reserva, no existen las condiciones técnicas para darle mantenimiento a ese maíz.

El Gobierno debe recurrir al alquiler de bodega y por cada quintal pagarán $0.95 al mes, cuando en el país hubo suficiente producción para abastecer el mercado local.

En el país tenemos 22 millones de quintales y la demanda de consumo nacional es de 18 millones”, aseguró el representante de CAMPO.

Los productores -liderados por la Asociación Cafetalera de El Salvador- exhortaron al Ejecutivo a tomar medidas oportunas para no llegar a una situación catastrófica por la “recesión económica que se avecina”.

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