Por: Rolando Alvarenga
En ocasión al Día del Periodista, que se festeja el 31 de julio, viene al caso abordar a vuelo de pájaro el escándalo de los “cheques estatales de la vergüenza” que, bajo la gestión del anterior Comité Directivo del INDES, salpicó a varios periodistas deportivos que terminaron siendo cómplices de una cuestionada administración y se volvieron ‘sordo-mudos’.
Y es que, mientras este grupito recibía su pago mensual, un resto de atletas alojados en la Villa Centroamericana recibían una alimentación no apta para un atleta de alta competencia y, para no variar, sus federaciones nunca se pronunciaron.
Y lo peor del caso es que muchos desalmados agarraron sus cheques, a pesar de tener un buen salario en sus empresas.
Obviamente, comprar o pagar publicidad es una atribución institucional, pero para efectos de transparencia y evitar malos entendidos, debieron realizar los contratos con las empresas y no con personas. Pues, por haberlo hecho así, quedó la impresión de que compraron silencios, amordazaron lenguas y taparon oídos, ante cualquier denuncia en su contra.
Quezada no me bloqueó
Aprovechando la ocasión, también quiero dejar constancia de que el anterior presidente del INDES nunca me bloqueó en redes sociales y siempre me trató diplomáticamente.
Algo que agradezco mucho, pues Jorge Quezada sabía que no se pueden aprovechar los recursos estatales, producto de los impuestos del pueblo, para generar información institucional.
En lo personal, nunca he vivido esperanzado a los boletines, porque como redactor independiente, pago mis servicios tecnológicos para prestar un servicio libre e independiente al deporte.