Telesur
La última actualización del proceso de rescate en Filipinas, ofrecida este jueves por autoridades de ese país, da cuenta de un total de 133 decesos a causa de las inundaciones y deslizamientos de tierra provocadas por el tifón Megi (llamado Agaton localmente).
La tormenta causó el desplazamiento de un aproximado de 200.000 habitantes, según declararon las autoridades, y muchos de los cuerpos han sido rescatados bajo el lodo.
En Leyte, la ciudad más afectada, se calculan costosos daños en áreas agrícolas, instalaciones y recursos portuarios, y en el fondo habitacional.
En tanto, la aldea costera de Pilar, en el municipio Abuyon, aún está cubierta de lodo, con el suelo irregular y mal tiempo, luego de ser arrasada el pasado martes por un alud de tierra.
En Pilar se registra un aproximado de 50 cadáveres, 150 desaparecidos y no se espera encontrar sobrevivientes,según las declaraciones del alcalde municipal, Lemuel Traya.
La localidad de Kantangos fue la más afectada en la Ciudad de Baybay. Reporta 32 fallecidos y 103 desapariciones. En las aldeas aledañas a esta ciudad se encontraron heridos y 86 fallecimientos, mientras que la cifra de desaparecidos rodea la centena.
La Agencia Nacional de Desastres también dio a conocer las pérdidas humanas y materiales en la Isla de Mindanao y las provincias centrales de Iloilo y Negros Oriental.
Como parte de las labores de socorro, la Guardia Costera del país entregó suministros a las familias afectadas por Agaton en uno de los territorios afectados.
El daño agrícola estimado es de 639.7 millones de pesos filipinos, alrededor de diez millones de dólares, según el último reporte del Departamento de Agricultura.
Filipinas enfrenta este fenómeno meteorológico en medio de las celebraciones de Semana Santa, tradicionales para el país, y sin haberse recuperado del todo de un tifón que también azotó la zona hace cuatro meses.
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