Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda el solo; pero si muere, da mucho fruto”, es la parábola que consideró el Centro de Intercambio y Solidaridad (CIS), como la descripción más precisa del aporte y legado de Marta Pérez, lideresa comunitaria de la Isla Espíritu Santo, Bahía de Jiquilisco, departamento de Usulután.
El Centro de Intercambio y Solidaridad (CIS) fue fundado en 1993, luego de la firma de los Acuerdos de Paz (1992), que puso fin al conflicto armado de los años ochenta en el país.
El CIS lo conforman ciudadanos de Estados Unidos, Canadá y Europa, quienes entrelazaron apoyos de solidaridad con grupos de la sociedad civil organizada salvadoreña y establecieron desde ese entonces un intercambio y acompañamiento con las comunidades más vulnerables del país.
“Niña Tita fue lideresa de la Isla El Espíritu Santo, quien con su sonrisa brillante partió de la tierra este día. Pero no se fue sin dejar su semilla de solidaridad, empoderamiento de mujeres, educación para jóvenes, el derecho de acceso de agua limpia, derechos humanos y organización”, acotó el CIS.
De ese trabajo comunitario relataron que Marta Pérez, en su calidad de lideresa organizó a un grupo de mujeres en la Isla que inició su trabajo colectivo después del Huracán MITCH (1998) y fue así que junto a ella fundó la primera microempresa de mujeres del CIS, que se dedica a la crianza de cerdos y posteriormente, a la elaboración de dulces de coco.
La lideresa comunitaria organizó a los estudiantes de la isla Espíritu Santo, para que asistieran al Puerto El Triunfo y completar sus estudios de bachillerato desde el año 2011.
Marta también enfrentó situaciones difíciles como la captura de su hermano, Samuel, quien ha trabajaba como lanchero en el traslado de estos estudiantes del Programa de Becas del Centro de Intercambio y Solidaridad (CIS), quien fue detenido de manera arbitraria por autoridades militares en el marco del Régimen de Excepción en mayo 2022.
“Tita siempre gestionó y organizó ayuda humanitaria para las familias de la isla después de cada desastre natural. Recientemente, Tita organizó a 25 familias de la isla, víctimas del régimen, como una ardua defensora de los derechos humanos que era, pero el estrés causado por el régimen, agravó su diabetes en los últimos meses, por lo que afirmamos que ella fue una víctima indirecta de esta medida”, expresa el CIS.
“El peso de no ver a su hermano, mayor de edad e inocente, por más de 20 meses, cobró su vida aquí en la tierra. Sin embargo, Tita, con su liderazgo, su compromiso con su isla, con las mujeres, jóvenes, la salud, las víctimas del régimen nos queda como luz y – su semilla – está germinando”, añadió.
En honor a su memoria el Centro de Intercambio y Solidaridad (CIS), reiteró que junto a la comunidad necesitan fortalecerse en su organización y defender así, sus derechos humanos. Un compromiso y legado que dejó Marta Pérez, desde su empoderamiento como lideresa, y su aporte al bienestar de la población siendo solidaria.
El Centro de Intercambio y Solidaridad compartió y expresó su profundo “dolor y tristeza con la comunidad del Espíritu Santo”, por la pérdida irreparable de un miembro tan dinámico socialmente, así como con su familia.