Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
Lesly Shultz, directora y cofundadora del Centro de Intercambio y Solidaridad (CIS), manifestó que un año después de la firma de los Acuerdos de Paz (1992) decidieron acompañar al pueblo salvadoreño en la implementación de esos acuerdos, así como la reconstrucción social en un Estado democrático.
“Como organización de solidaridad decidimos acompañar al pueblo en sus luchas, claro, no podíamos ser el motor, pero si podíamos acompañarlos y trabajar juntos y en esta consulta las comunidades nos dijeron que no querían emigrar, pero no podían poner comida en su mesa”, relató Shultz.
Esta consulta fue un disparador de ideas y proyectos para el Centro de Intercambio y Solidaridad, mencionó Shultz, al señalar que la organización comenzó a enfocarse en construir herramientas, programas para empoderar y construir la organización comunitaria y que estos salvadoreños y salvadoreñas pudieran quedarse en sus comunidades.
“Empezamos a diseñar y ejecutar programas como las becas y la preparación de líderes, lideresas, el empoderamiento de mujeres, agua limpia y medio ambiente, así como la organización comunitaria y la construcción de viviendas dignas y priorizando los derechos humanos y la observación de procesos electorales”, afirmó Shultz.
El Programa de Agua Limpia y Medio Ambiente que inició en el año 2011 ha proporcionado capacitación a las comunidades, la implementación de filtros de agua que ha favorecido a 3 mil 377 familias, así como la instalación de 48 purificadores industriales en centros escolares y centros comunitarios, relató.
Asimismo, el CIS ha facilitado la visitas de cientos de delegaciones e intercambios entre comunidades en el extranjero y comunidades en El Salvador, con el fin de construir relaciones de solidaridad y trabajo mutuo en problemáticas de justicia social, económica y derechos humanos. Y la escuela de idioma inglés y español.
Leslie Shultz valoró que pese a la firma de los Acuerdos de Paz, que terminó con un conflicto armado de 12 años, las “raíces de la guerra aún siguen presentes” , como la desigualdad social y la vulnerabilidad de los derechos humanos de la población. “Desafortunadamente, por el régimen de excepción estamos priorizando la defensa de los derechos humanos y no podemos enfocarnos en mantener todos nuestros programas de becas y creación de miniempresas”, expresó.
“Vamos a seguir priorizando la defensa de los derechos humanos, porque trabajamos con las comunidades más vulnerables y más excluidas. Y es allí donde están capturando a personas inocentes de manera arbitraria y sin ninguna prueba, y de los pocos que se han podido liberar nos han dado cuenta, los tratos crueles e inhumanos dentro de las cárceles”, manifestó Shultz.
Cada año el Centro de Intercambio y Solidaridad (CIS) otorga más de 500 becas distribuidas así: 200 para estudiantes de educación superior (universidad), 230 para estudiantes que llegan al bachillerato y las restantes 115 becas se asignan de kinder a 9o grado para estudiantes de escasos recursos económicos que residen en zonas de riesgo. En donde también trabajan con jóvenes que participan en proyectos comunitarios y una escuela de liderazgo y derechos humanos a cargo del CIS.
“Nos preocupa de este régimen de excepción que como los grupos de pandilleros atacan a la gente pobre. Porque en la mayoría de las comunidades las víctimas de esos grupos pandilleriles hoy son los afectados por los régimen de excepción, entonces, nuestro quehacer de acompañar a las personas más vulnerables seguirá en esta línea, hay bebés nacidos en la cárcel, y son sólo personas que viven en pobreza”, explicó Shultz.
El Centro de Intercambio y Solidaridad ha organizado 15 misiones internacionales de Observación Electoral, luego de la firma de los Acuerdos de Paz (enero de 1992), y ha contribuido con las comunidades a reformas electorales y el fortalecer con este trabajo el desarrollo democrático.
“Como CIS hemos estado atentos en problemáticas sociales como la vivienda digna. Se han construido 65 viviendas dignas en Comunidad Romero y 100 en Paso Puente, estas dos comunidades se encuentran en Tonacatepeque, departamento de San Salvador, proyectos realizados el primero en el año 2016 y el segundo en el año 2022.
“Acompañamos también a las comunidades desde hace 10 años, en la lucha por las escrituras de sus terrenos, luego que fueron desplazados por los terremotos de 2001, en donde las comunidades trabajaron en ayuda mutua. Y tenemos también un programa de empoderamiento y formación de microempresas de mujeres”, reseñó Shultz.
A 30 años de su fundación el Centro de Intercambio y Solidaridad se prepara a celebrar, el próximo 26 de agosto, un encuentro en el “Hospitalito Divina Providencia”, hogar de San Oscar Arnulfo Romero. Leslie Shultz reitera que la “solidaridad significa acompañar a los más vulnerables”, lo cual se realiza a través de los programas con un enfoque de transformación en las comunidades excluidas a través de diversos liderazgos, la formación académica de los niñez y juventud, el empoderamiento de las mujeres y la observación democrática.
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