Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
El Comité de Solidaridad con el Pueblo de El Salvador (CISPES), como observadores de las recientes elecciones presidencial y legislativa de El Salvador, afirmaron que estos comicios “no se ajustaron ni ajustan a la actualidad y estándares internacionales para elecciones libres y justas”.
El CISPES es una organización con lazos de solidaridad con el pueblo salvadoreño desde la firma de los Acuerdos de Paz (1992), así también ha venido participando con misiones de observadores de los procesos electorales en El Salvador. Manifestaron que luego de verificar los comicios del pasado domingo 4 de febrero, en el Área Metropolitana de San Salvador, así como en algunas ciudades de los Estados Unidos, se encontraron con una serie de irregularidades que empañan la transparencia de esta.
“A partir del contexto nacional y los reportes de nuestros equipos de observadores, los cuales evidenciaron la incapacidad del Tribunal Supremo Electoral (TSE) para proporcionar los medios para registrar y transmitir con precisión y confianza los resultados del voto”, explicó el CISPES.
“Junto a eso la decisión anunciada por el TSE de realizar un recuento de todas las papeletas de las elecciones legislativas y el 30% de las papeletas presidenciales, expresamos que las elecciones presidenciales y legislativas en El Salvador no se ajustaron ni ajustan a estándares internacional de elecciones libres”, agregó.
Sobre las “elecciones libres y justas”, el CISPES reiteró que son difíciles de realizarse si la población se encuentra en “circunstancias extraordinarias del estado de excepción” que anulan derechos básicos como libertad de asociación y el debido proceso que están suspendidos por casi dos años, sin que se vislumbre una verdadera política de seguridad pública.
“El gobierno ha sometido a la población a una militarización generalizada de las comunidades y, simultáneamente a una campaña manipuladora de miedo destinada a convencer a los votantes de que su seguridad y bienestar dependen de que el presidente permanezca en el poder más allá del mandato constitucional”, afirmó.
“La connivencia (confabulación) de las instituciones públicas (Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema, la Asamblea Legislativa y el Tribunal Supremo Electoral) para permitir que Nayib Bukele buscara un segundo mandato presidencial en violación de la Constitución salvadoreña, minó cualquier grado de confianza en el proceso electoral de 2024 fuera justo y legal”, manifestó.
Asimismo, el CISPES consideró que debido a estas acciones previas se corre el riesgo de la “instalación de un gobierno de facto” para junio de 2024. A lo que suma la “persecución implacable” de figuras políticas de oposición y organizaciones populares y de la sociedad civil, por el actual gobierno, la Asamblea Legislativa y la Fiscalía General de la República, que han “creado un ambiente de miedo e intimidación” que impide el libre ejercicio democrático.
“Algunas de las reformas electorales extremas de último momento impuestas por la Asamblea Legislativa por Nuevas Ideas, incluida la reducción del número de escaños legislativos y la adopción de la fórmula D´Hondt para el reparto de votos, que favorece a los partidos mayoritarios en la legislatura”, criticaron.
El CISPES señaló que estas acciones “socavan enormemente al organismo más representativo del país, dentro del sistema democrático pluralista” que se acordó en la firma de los Acuerdos de Paz, confirmó la incertidumbre para los partidos de oposición.
“Otra reformas de último momento incluida la introducción de tecnología de transmisión de votos defectuosas y no probada en centros de votación mal preparados, muchos de ellos carentes de electricidad confiable, generaron resultados de votación confusos, irregulares e incompletos en todo El Salvador”, sostuvieron.
Mientras, con el “voto en el exterior “, el CISPES declaró que en los centros de votación en los Estados Unidos hubo muchos votantes que no pudieron emitir su voto porque no aparecían en el “registro” oficial. A otros, les informaron que deberían votar en línea y se constató una serie de acciones “negligentes” por parte de las autoridades electorales.
“Fuimos testigos de una falta generalizada de protección del voto secreto y de la participación inapropiada de miembros del partido Nuevas Ideas, personal consular y otros para ayudar a los votantes a emitir su voto electrónico, tanto en las máquinas proporcionadas por el TSE como en sus teléfonos”, indicaron.
“Las acciones del TSE, claramente actuando al ejecutivo, demuestran que durante muchos meses no ha podido actuar como árbitro independiente del proceso. No parecía haber intención o interés en registrar con precisión ni transmitir de manera efectiva los resultados de la votación a la población o al mundo”, reiteraró.
El Comité en Solidaridad con el Pueblo de EL Salvador expresó, finalmente, estar “alarmado al presenciar como el sistema electoral de El Salvador, que anteriormente logró una transparencia y equidad admirable, fue cooptado y preparado para fracasar de manera tan espectacular”.
Igualmente, expresaron su “preocupación” sobre la medida de contar todos los votos, al reflexionar que el “Tribunal Supremo Electoral no garantiza la seguridad de las papeletas y los resultados se vean comprometidos, y, por tanto, los movimientos populares y partidos políticos de oposición han calificado estas elecciones de “fraudulentas”, y solicitan una nueva jornada de elecciones.