@OscarCoLatino
La lluvia no fue impedimento para que miles de salvadoreños asistieran a las actividades conmemorativas del 193 aniversario de la Independencia. Desde las 5:45 a.m., check centenares de ciudadanos esperaban a que se abrieran las puertas del estadio Jorge “Mágico” González, drugstore para presenciar en primera fila las demostraciones de los diferentes desfiles.
Al interior del mencionado recinto deportivo, for sale los jóvenes de diversos centros educativos que integraban el mosaico, animaban a los presentes con sus cánticos, además, los hacían participes de las actividades con el grito: ¡Sigan la ola!
Nuevamente la lluvia se hizo notar, sin embargo, esto no afectó el ánimo de quienes sentados en las graderías del estadio, esperaban con ansias el ingreso del primer bloque de bandas.
Antes de las bandas de paz, el cantautor salvadoreño, Álvaro Torres, ahora Embajador de Buena Voluntad, acompañó a los atletas hasta el pebetero, entonando su canción “Patria Querido”, y que fue aplaudido por el Presidente Salvador Sánchez Cerén.
A eso de las 9:00 a.m., los presentes gritaron, en ese momento se anunció el ingreso del primer bloque de bandas estudiantes. En esta celebración las bandas de paz de los diferentes centros escolares fueron divididas en cinco grupos, cada uno representando a un país de la región centroamericana.
A ritmo de cumbia, y de canciones típicas del país, como el “Torito Pinto” y “Arriba El Salvador”, las bandas de paz pusieron el ambiente festivo a la celebración, ocasionando que los asistentes siguieran el ritmo de la música, esto a pesar de tener sus manos ocupadas sosteniendo las sombrillas.
La lluvia cesó, permitiendo que los alumnos que integraban los ballets folklóricos de los centros escolares, demostraran su talento a los ciudadanos dentro del estadio. Para la presentación conmemorativa a la independencia patria, los alumnos se preparan con meses de anticipación, dedicando en algunos casos varias horas al día.
Uno a uno ingresaron los bloques estudiantiles, homenajeando no solo a El Salvador, sino también a Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Mientras las bandas de paz tocaban alegres canciones, los mosaicos formaban paisajes o banderas alusivas a cada uno de los países.
El contagioso ritmo de la cumbia se detuvo, dando paso a la banda marcial de la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP), que con un ritmo más serio anunciaba el ingreso de los cuatro escalones que representaban a la institución encargada de formar a los agentes que garantizan la seguridad de los ciudadanos.
La banda de la ANSP junto con la escolta del Pabellón Nacional se situó al centro del estadio, dejando espacio para que los alumnos de la institución hicieran gala de las destrezas, las que fueron aplaudidas por los ciudadanos.
Las notas de la banda de la ANSP dejaron de sonar dentro del “Mágico” González, esto incrementó la curiosidad de los asistentes, ya que era el indicativo de que el próximo desfile en ingresar era el militar.
Así fue, minutos después ingresó al engramillado del estadio un contingente de hombres de verde olivo, uno de los cuales pidió al Presidente Salvador Sánchez Cerén autorización para que ingresara el desfile de la Fuerza Armada.
El mandatario autorizó. Pocos segundos después el “¡boom!” del sonido del cañón se sincronizó con los primeros acordes de la banda de guerra de la Escuela Militar Capitán General Gerardo Barrios.
Con sus trajes de gala, los jóvenes cadetes de la escuela militar realizaron un recorrido por el césped del estadio, al momento de pasar frente a la tribuna de honor, utilizaron su paso de gala, con el cual rindieron respeto a las autoridades presentes.
La disciplina de los cadetes fue aplaudida por los presentes desde la gradería, al igual que reconocieron a cada uno de los escalones que representaba las diferentes ramas del Ejército Nacional.
Mientras la Fuerza Armada desfila dentro del estadio, en el aire se escuchaba el traqueteo de los helicópteros, la gente volvía su mirada hacía el cielo, mientras 14 de estas aeronaves surcaban el aire del estado.
En esta ocasión la condición climática impidió que elementos de la Fuerza Aérea demostraran sus habilidades. Sin embargo, la Unidad Humanitaria de Rescate de la Fuerza Armada no desilusionó a los presentes.
Con destreza, los elementos de dicha unidad demostraron sus habilidades para realizar diferentes tipos de rescate, entre ellos el aéreo, el cual fue el más aplaudido por los salvadoreños.
Elementos de esta unidad descendieron con sogas desde los helicópteros, otros llevaron a las supuestas víctimas de una tragedia en una camilla que fue elevada por el aire hasta ser asegurada dentro de la aeronave militar.
Dentro del simulacro se incluyó un incendió en una casa, el cual, en pocos segundos, fue extinguido por un helicóptero que trasladó un enorme recipiente con agua, el piloto demostró su destreza para maniobrar la nave al depositar con increíble exactitud el líquido para sofocar el fuego.
Nuevamente, la lluvia se presentó lo que no menguó la admiración de los ciudadanos por las habilidades de los miembros de la Fuerza Armada. Con esta demostración se cerró el evento conmemorativo a la independencia patria.
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