Por Ivan Couronne
Cleveland/AFP
Hillary Clinton y Donald Trump arrancaban este sábado los tres últimos días de la campaña presidencial en Estados Unidos con visiones claramente opuestas del país, con una celebración al optimismo de un lado y denuncias de una corrupción generalizada del otro.
La mayoría de los sondeos atribuye a la ex secretaria de estado, de 69 años, una ventaja mínima sobre el polémico millonario, de 70, aunque la disputa sigue sin un favorito definido en varios estados considerados fundamentales para llegar a la Casa Blanca.
No obstante, en la última semana Trump inició una arrolladora ofensiva empujado por sondeos que indican la disminución de diferencia con Clinton.
En ese cuadro, Trump define a Clinton como un producto del corrupto e incompetente ‘establishment’ de la política estadounidense, al tiempo que Clinton optó por rodearse de artistas conocidos, como el concierto en que fue homenajeada por la estrella Beyoncé.
El fortalecimiento tardío de Trump en la campaña se tornó evidente con el anuncio de que el polémico millonario fue escogido como responsable este fin de semana del mensaje semanal de radio reservado al Partido Republicano, como respuesta al mensaje radial semanal del presidente Barack Obama.
Aún desde antes de liquidar a los otros aspirantes en la interna partidaria, Trump mantuvo una relación problemática y difícil con los líderes republicanos, al punto que varios de ellos adelantaron que no podían comprometerse con votarlo en la elección presidencial.
Por ello que haya sido elegido para responder a Obama mostró hasta qué punto el partido a debido alinearse detrás de su candidatura. Verdaderos pesos pesados que le habían negado apoyo -como el ex candidato Ted Cruz- ya revieron su posición y pasaron a pedir votos para Trump.
En su mensaje radial semanal, Obama se concentró en el programa de salud pública aprobado durante su gobierno, conocido en el país simplemente como «Obamacare». Trump, por su parte, utilizó la oportunidad para pedir el voto de los republicanos.
«Estoy pidiendo su voto y su ayuda para elegir una mayoría republicana en el Congreso, de forma que finalmente podemos cambiar este sistema fracasado y hacer a Estados Unidos grande nuevamente. Y cuando digo ‘grande’, quiero decir ‘grande para todos'», dijo.
En su mensaje radial, Trump dijo que «esto no es apenas una campaña: es un movimiento. Es una oportunidad única de recuperar el gobierno que está en manos de donantes y de los intereses especiales, y devolvérselo a ustedes, los estadounidenses».
Votos en el herrumbre
Clinton y Trump concentraron el viernes sus campañas en el noreste del país, en la región que alguna vez fue el núcleo manufacturero del país y ahora es conocido como el ‘rustbelt’, el ‘cinturón de herrumbre’, por la evaporación de los puestos de trabajo.
Históricamente esa región era un bastión demócrata, pero sondeos muestran una tendencia de conversión a los republicanos, en especial después que Trump ha prometido recuperar fábricas y puestos de trabajo que se fueron a México o China.
Clinton realizó un acto público en Cleveland, Ohio, un estado que Obama ganó en su campaña presidencial de 2012, pero donde los últimos sondeos muestran una ventaja de Trump por un promedio de cinco puntos porcentuales.
Ella fue presentada en el escenario por el rapero Jaz-Z y su esposa, la estelar Beyoncé, quien cantó varias canciones vistiendo una estilizada versión de los trajes que son la marca registrada de Clinton.
Poco antes, Clinton había visitado Detroit, Michigan, donde denunció que Trump transmitía una «visión oscura» de un Estados Unidos empantanado en la pobreza y el fracaso.
«Cuando mi adversario habla de Estados Unidos, es un Estados Unidos que yo no reconozco», dijo, para destacar la agenda «optimista, inclusiva y llena de confianza» de su propia campaña.
En tanto Trump hizo campaña en Hershey, Pensilvania, y mantuvo la retórica agresiva no apenas contra Clinton sino contra la clase política en general asentada en Washington.
«Quiero que el establishment corrupto de Washington escuche las palabras que tengo para decir: Vamos a ganar el 8 de noviembre y vamos a drenar ese pantano», dijo ante una multitud de unas 13.000 personas.
Trump sugirió que Clinton posiblemente será objeto de un proceso penal al fin de la investigación que el FBI realiza por el uso de un polémico servidor privado de correos electrónicos cuando era secretaria de Estado.
Los dos candidatos estarán este sábado nuevamente en Florida, un estado considerado fundamental y donde Clinton y Trump han estado haciendo campaña sin cesar desde hace una semana.
Pero el fin de semana no será libre de nuevos escándalos. La agencia Associated Press reportó el viernes que en la década de 1990 la entonces modelo eslovena Melania -ahora esposa de Trump- recibió dinero por trabajos de modelaje aún antes de tener un permiso para eso en Estados Unidos.
En tanto, el diario Wall Street Journal alegó que el tabloide National Inquirer pagó por tener derechos exclusivos sobre el relato de una ex modelo de la revista Playboy sobre su romance con Trump en 2006, aunque luego decidió eliminar la historia.