Indiana/EEUU/dpa
Los Angeles Clippers ganaron 91-89 en la cancha de los Indiana Pacers, case un triunfo necesario después de la tormenta desatada por el «affair Griffin».
La NBA se sacudió en la noche del domingo al conocer el grave altercado de una de sus principales estrellas, Blake Griffin, ocurrido en Toronto.
El pívot de los Clippers se rompió una mano en una pelea en un restaurante con el utilero del equipo, Matias Testi, amigo íntimo del jugador desde hace años. La franquicia decidió enviar de vuelta a Los Angeles a Griffin, quien además tendrá que estar un mes de baja por su absurda lesión.
«Fue una situación entre amigos que fue a más y lamento la forma en la que manejé una situación con alguien a quien aprecio. Quiero pedir disculpas a la organización, a mis compañeros y a los aficionados», publicó Griffin en su cuenta de Twitter.
«Siempre dicen que los partidos sirven para curarlo todo», dijo el entrenador de los Clippers, Doc Rivers, tras el triunfo en Indiana.
Por eso, la victoria ante los Pacers fue balsámica, a pesar del sufrimiento. El base Chris Paul fue el jugador decisivo al anotar 26 puntos y la canasta del partido a 33 segundos para el final.
Los Clippers se situaron con un balance 29-16 y sumaron su segunda victoria en los cuatro partidos que llevan seguidos fuera de casa. Les falta uno más para completar la dura gira.
Paul George hizo 31 puntos y 11 rebotes para unos Pacers (23-22) que sumaron su sexta derrota en siete partidos.