Por: Licenciada Norma Guevara de Ramirios
El 31 de julio de 2021, familiares de presas y presos políticos se organizaron y fundaron el Comité de Familiares de Presas (os) y perseguidos Políticos de El Salvador.
la finalidad: lograr la libertad de sus familiares.
La estrategia política de anular a reales y potenciales opositores, críticos a un régimen, es conocido en el mundo jurídico como lawfere, o judicialización de la política; es, pues, la utilización de los sistemas judiciales y la difusión de noticias falsas en diferentes medios de comunicación, para crear un ambiente que les permite ejercer gobierno sin críticas, sin oposición y, a la vez, debilitar mediante el descredito y la duda en la percepción de la sociedad, la credibilidad de lideres políticos, periodistas, lideres sociales, organizaciones o movimientos políticos.
En nuestro país es aún escaso el entendimiento de lo que representa esta estrategia utilizada por el gobierno en turno, por eso la labor de COFAPES es valiosa, por cuanto ha permitido, desde el sufrimiento mismo de los familiares y amigos de presos y perseguidos políticos, develar la verdad sobre hechos atribuidos por el ministerio público y en medios de comunicación sobre diferentes casos de ex funcionarios.
A la vez, la organización COFAPES, con la denuncia de las actuaciones judiciales, ha permitido develar las violaciones a derechos humanos y la violación al Estado de Derecho; esa denuncia pone el dedo sobre la anulación de la independencia judicial, producto de esta estrategia de lawfere.
COFAPES, como organización de hecho, legitimada por la convicción de ser víctimas de injusticias por razones políticas e ideológicas, ha demostrado, en muchos casos, la inoperancia de instituciones que deberían ser garantes de derechos humanos.
Ha sido posible poner la denuncia sobre la desobediencia de órdenes judiciales por parte del sistema penitenciario, como las emitidas en repetidas ocasiones en relación al ex ministro de justicia, Mauricio Ramírez Landaverde, y otros.
Y estas denuncias, puestas en conocimiento amplio dentro y fuera del país, ha sensibilizado y generado solidaridad y, a la vez, exigencias al régimen autoritario que padece el país.
COFAPES ha logrado sistematizar la cadena de hechos en esta persecución política, que abarca desde ex diputados, ex alcaldes, ex ministros y vice ministros, ex funcionarios y empleados de los dos gobiernos que fungieron desde 2009 a 2019.
Diferentes organizaciones, dentro y fuera del país, se han identificado con la labor de COFAPES, han expresado su solidaridad con las victimas, que no son solo quienes sufren en la cárcel, en el exilio, sino los impactos sociales, sicológicos y económicos de la familia.
COFAPES se ha convertido en una entidad de hecho, que lucha contra la injusticia del régimen dictatorial que padecemos y enseña el valor de vencer el silencio, el miedo y la importancia de situar, en quienes se disponen a conocer la verdad, las argucias del sistema para mantener fuera de la acción política a centenares de salvadoreños.
La retardación de justicia, como la que padecen muchos de los presos políticos, entre ellos la doctora Wanda Pignato, la desobediencia del sistema penitenciario para poner en libertad a Mauricio Ramírez Landaverde, Ramón Roque, Francisco Irezi, Jaime Valdez, Denis Córdoba, es similar a las órdenes de libertad de víctimas del régimen de excepción.
Las madres, hermanas, sobrinas, padres, esposas de víctimas de la persecución política que han tenido el valor de organizarse, de actuar en condiciones adversas de injusticia institucionalizada merecen la solidaridad y reconocimiento.
Después de la organización COFAPES, otro movimiento de víctimas del régimen de excepción se organizó y tiene un impacto importante en poner la verdad a la luz de la sociedad, aunque existan quienes se resisten a reconocer las injusticias que se cometen.
Esta organización de familiares y la labor de defensa de los abogados, ha dejado en claro, para cada caso, el abuso del sistema judicial y de las falsas noticias, pues demuestra que los delitos que se atribuyen a los perseguidos son evidentemente motivados por interés político del régimen, al punto tal que organizaciones como INTERPOL, reconociendo este hecho, se ha negado a ejecutar peticiones de captura hechas por este sistema judicial.
Mientras estas injusticias persistan, existirán caminos para luchar contra ellas, y es esa la misión que se propone COFAPES.