El encuentro pondrá fin a semanas de incertidumbre y maniobras del derrotado Donald Trump y sus seguidores para evitar la confirmación de la victoria de Biden.
Biden necesita ser favorecido por 270 votos o más para ser investido el próximo 20 de enero como el 46 presidente de la nación, días después que un pleno del Congreso, el 6 de enero, valide la decisión de los compromisarios del Colegio.
Los electores en el Colegio son aquellas personas escogidas en cada estado y resultan seleccionadas según quien venció en el voto popular, o sea si, Biden vence a Trump en California, los 55 electores que proporciona esa demarcación le serán otorgados.
Según estadísticas, en general las mayorías que se forman en ese foro no coinciden exactamente con las del voto de los ciudadanos.
Esta diferencia abre la posibilidad de que un colegio electoral elija a un candidato diferente del que resultó más votado en la elección popular, como de hecho ocurrió en cinco oportunidades en Estados Unidos en los procesos de 1824, 1876, 1888, 2000 y 2016.
Según la regla, el número de electores de cada estado es mayoritariamente proporcional al tamaño de su población.
En ese sentido, California (oeste) aporta el mayor número con 55 que tradicionalmente se inclinan por los demócratas (azules), seguida de Texas (38), Nueva York (29), Florida (29), Illinois (20) y Pensilvania (20).
También están los estados menos poblados como Wyoming, Alaska y Dakota del Norte, y Washington D.C. que están representados por un mínimo de tres delegados.
El sistema de Colegio Electoral es criticado fuertemente en las últimas décadas pues no representa, en general, el sentimiento de la mayoría en el país y algunos piden su eliminación para favorecer una elección directa del presidente.
Los resultados preliminares sostienen que Biden con 306 votos venció a Trump, que obtuvo 232 papeletas.
Antes de llegar a este momento, los estadounidenses fueron testigos de planes para anular los comicios y restar legitimidad al nuevo mandatario con alegaciones infundadas de que se produjo un fraude monumental, al estilo de las llamadas repúblicas bananeras.
El viernes la Corte Suprema de Justicia dio el ‘tiro de gracia’ a Trump al rechazar sus intentos de invalidar los resultados de Michigan, Wisconsin, Pensilvania y Georgia, algo que de avanzar hundiría al país en el marasmo y la incertidumbre.