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La selección colombiana se clasificó por segunda vez a los octavos de final de un Mundial de fútbol y ahora las comparaciones son inevitables entre los equipos que lograron ese objetivo: el de Italia 1990 y el actual de Brasil 2014.
Hasta ahora se ha considerado en Colombia que el mejor equipo en la historia fue el de los años 90, sovaldi una época en la que el fútbol “cafetero” logró una identidad internacional de buen manejo de la pelota bajo la conducción del técnico Francisco Maturana y de su asistente y luego seleccionador Hernán Darío Gómez.
“Este equipo tiene algo muy importante y muy parecido a lo que tenía el otro equipo y es la amistad. En este equipo le pegan a (Pablo) Armero y le duele a Teófilo (Gutiérrez). Estos se buscan, se juntan y como tienen una sensibilidad que los une, lo que sale es una obra de arte”, dijo Maturana sobre el actual equipo.
La generación de Carlos “Pibe” Valderrama, René Higuita, Leonel Álvarez, Freddy Rincón, Adolfo “Tren” Valencia y Faustino Asprilla, entre otros, logró clasificarse de forma consecutiva a los Mundiales de Italia 1990, Estados Unidos 1994 y Francia 1998.
Entonces, los jugadores colombianos no eran apreciados en las ligas de otros países y en el Mundial de Italia el único que jugaba en el exterior era Valderrama, en el Montpellier de Francia.
Maturana, que ya hace varios años que no dirige un equipo de fútbol pero que sigue siendo recordado con cariño en su país, destaca que la generación actual está por encima de su predecesora por la experiencia que tienen los jugadores de ahora en diferentes ligas.
Mientras que el “Pibe” era el único “extranjero” del equipo, ahora ocurre lo contrario, pues son muy pocos los que actúan en equipos colombianos. Además, ninguno de ellos es titular en la selección.
El colombiano Luis Fernando Suárez, que como jugador no integró esa selección legendaria de los años 90, aunque como técnico dirigió a Ecuador en el Mundial de Alemania 2006 y en Brasil 2014 es timonel de Honduras, también destaca la experiencia internacional de los jugadores de ahora como la gran diferencia con los de su generación.
“La base de la selección (de los 90) fue el Atlético Nacional de Medellín, que quedó campeón de la Copa Libertadores. Maturana lo tenía como técnico. Agregó a esa base algunos jugadores de otros equipos, pero la forma de jugar estaba establecida por un club, eso también en determinados momentos ayudó a que no hubiera tanta improvisación”, dijo a dpa Suárez.
Esa generación de hace dos décadas llegó al éxtasis en la eliminatoria sudamericana de 1993, que incluyó la aún recordada goleada por 5-0 a Argentina en Buenos Aires, pero decayó con pobres actuaciones en los Mundiales de Estados Unidos 94 y Francia 98.
Tras varios fracasos en las eliminatorias y un bache que se viene a cerrar ahora, el buen nivel del fútbol colombiano resurgió con la actual generación de David Ospina, Cristian Zapata, Juan Guillermo Cuadrado, James Rodríguez, Teófilo Gutiérrez y Radamel Falcao García.
Sin sentir celos de que la actual selección sea vista como la mejor de Colombia, Maturana afirma que viendo los partidos de la eliminatoria y los del Mundial ante Grecia y Costa de Marfil hay momentos en los que el equipo juega de una forma “brillante” y en ello le da el crédito al técnico argentino José Pekerman.
Valderrama, Rincón y Asprilla, que trabajan como comentaristas para medios colombianos e internacionales en el Mundial, coinciden en que la selección está jugando bien, aunque puede hacerlo mejor, sin importar cuál de las generaciones se destaca más al final.
“Yo estoy convencido de que tenemos una buena selección y también digo que podemos dar más, tenemos equipo para hacerlo. Ojalá nuestros jugadores mantengan un rendimiento alto en el Mundial y podamos llegar a instancias decisivas”, comentó Valderrama en el diario “El Heraldo” de Barranquilla, para el que escribe.
La pasión que despierta el equipo en los ya retirados se reflejó en Rincón, quien en la transmisión de televisión del canal que lo contrató para el Mundial se anticipó al narrador en los gritos de gol en el partido con Costa de Marfil.
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