Por Alina Dieste
Bogotá/AFP/TeleSur
Colombia celebró el lunes su independencia con el inicio de una tregua de la guerrilla de las FARC, physician try que se espera sea antesala del cese bilateral y definitivo de hostilidades para poner fin a más de 50 años de conflicto armado.
«Sigue vigente el reto de alcanzar la paz», dijo el presidente, Juan Manuel Santos, en su mensaje a los colombianos en el exterior en ocasión de la fecha patria, y cuando las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), principal y más antiguo grupo rebelde del país, comenzaron a las 00H00 locales un alto al fuego unilateral en medio de las negociaciones con el gobierno.
Santos, artífice de las diálogos con las FARC que se desarrollan desde noviembre de 2012 en La Habana, llamó a la unidad del país para alcanzar la paz, al instalar un nuevo periodo legislativo en el marco de los actos por los 205 años del Grito de Independencia de la Corona española.
«En este día patrio quiero invitar al país, a los 48 millones de colombianos, y a sus líderes -muchos de los cuales están aquí, en este recinto de la democracia-, a que serenemos los espíritus y depongamos las armas entre nosotros», dijo.
El 20 de diciembre de 2014, las FARC-EP decretaron un cese al fuego unilateral que fue violado por el Ejército colombiano y suspendido cinco meses después debido a los bombardeos en campamentos y frentes de la insurgencia.
Esperanzas, pero no certezas
La nueva tregua de las FARC, que Santos saludó días atrás y ante la cual contempla medidas de reciprocidad que aún no detalló, llega luego de un recrudecimiento de la violencia en los últimos dos meses tras el levantamiento el 22 de mayo del cese al fuego unilateral autoimpuesto por esa guerrilla en diciembre.
El gesto de las FARC, que fue acompañado de la liberación el domingo del subteniente Cristian Moscoso, en su poder desde el 7 de julio tras enfrentamientos en el sur del país y quien dijo haber recibido un «trato digno» de la guerrilla, arroja esperanzas sobre la concreción de la paz, pero no certezas absolutas.
Las FARC, con unos 7.000 combatientes según el presidente, se comprometieron a «cesar toda acción de carácter ofensivo contra las fuerzas armadas del Estado y la infraestructura pública y privada» del país, de acuerdo con un comunicado emitido en La Habana.
Sin embargo, la guerrilla también se ha reservado «el derecho al ejercicio de su legítima defensa en caso de ataque», evidenciando la dificultad que supone negociar en medio del conflicto.
Santos, opuesto desde el inicio de los diálogos a decretar una tregua bilateral por considerar que fortalecería a las FARC, ha dado cuatro meses de plazo para decidir si continúa con el proceso de paz, supeditando su decisión a si la guerrilla cumple con el cese de hostilidades y se registran avances en las negociaciones.
Fuentes del gobierno dijeron a la AFP que tanto el abandono de armas como la aceptación de penas privativas de libertad por parte de las FARC son cruciales para la firma de un acuerdo definitivo. «Esas son líneas rojas. Sin eso no hay paz», indicaron.
Sellar la paz en Colombia es la gran meta del presidente, reelecto hace un año con el mandato de acabar con una conflagración interna que en cinco décadas ha involucrado a guerrillas, paramilitares y agentes del Estado, dejando 220.000 muertos y seis millones de desplazados.
Santos llama a Colombia a unirse para sellar la paz con la guerrilla
Colombia necesita estar unida para alcanzar la paz luego de más de 50 años de conflicto armado, dijo el lunes el presidente Juan Manuel Santos, al instalar un nuevo periodo legislativo en el Congreso y cuando se cumplen 205 años del Grito de Independencia.
«En este día patrio quiero invitar al país, a los 48 millones de colombianos, y a sus líderes -muchos de los cuales están aquí, en este recinto de la democracia-, a que serenemos los espíritus y depongamos las armas entre nosotros», dijo el mandatario, impulsor del proceso de paz con las FARC, principal guerrilla activa del país.
«Si en algo necesitamos estar unidos, es en esto. Si algo debe unir a las fuerzas vivas del país es la paz», señaló al dirigirse a los «continuos críticos» de las negociaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que avanzan en La Habana desde noviembre de 2012.
Los diálogos de paz, que este lunes son testigos de una nueva tregua unilateral de la guerrilla en aras de «desescalar» la confrontación en el terreno y avanzar en los acuerdos en Cuba, han registrado una baja de apoyo de la ciudadanía, según el último sondeo de Gallup.
En el Congreso, donde el expresidente Álvaro Uribe, predecesor de Santos y actual senador, lidera la más férrea oposición al proceso de paz, el presidente llamó a abandonar «juicios y prejuicios», a dejar de lado «posiciones intransigentes» y a buscar «acuerdos en medio de las diferencias».
«Así como hoy termina el último y el más largo conflicto diplomático del hemisferio -gracias al diálogo-, está en nuestras manos terminar el último y el más largo conflicto armado del continente», enfatizó, tras saludar el «histórico» avance en el escenario internacional al abrirse este lunes las sedes diplomáticas de Estados Unidos y Cuba en éstos respectivos países.
Santos, reelecto el año pasado con el mandato de sellar la paz, pidió demostrar que en Colombia la democracia funciona.
«Esta es la hora de avanzar unidos y no de perder tiempo peleando entre nosotros. ¡No más Patrias Bobas! ¡No más enfrentamientos inútiles!», dijo, llevando en la solapa su ya emblemática imagen de la paloma de la paz.
El 20 de julio de 1810 marcó el inicio de la emancipación de Colombia de la Corona española, pero las rencillas entre los criollos marcaron el período llamado Patria Boba, que acabó con la Reconquista cinco años más tarde y que retrasó la independencia colombiana hasta 1819.
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