Bogotá/Prensa Latina
Escoltada por militares, la espada de Bolívar fue llevada este domingo a la ceremonia de investidura presidencial tras la primera orden dada por el nuevo jefe de Estado de Colombia, Gustavo Petro.
Petro, al tomar posesión de su cargo, pidió traer al acto de traspaso de mando este símbolo que el expresidente Iván Duque negó que fuera trasladado a la Plaza de Bolívar, sede del histórico momento.
«Como presidente de Colombia le solicito a la casa militar traer la Espada de Bolívar. Es la orden del mandato popular de este mandatario. Casa militar traigan la Espada de Bolívar, ordenó Petro ante miles de invitados quienes aplaudieron la decisión.
Tras un breve receso en el acto, para que fuera llevada la espada a la Plaza de Bolívar, Petro retomó el hilo de la ceremonia.
«Llegar aquí junto a esta espada es toda una vida, es una resistencia, quiero que nunca más esté enterrada (…) Es la espada del pueblo», manifestó Petro entre vítores y muy emocionado.
Tras saludar a toda la nación y a los invitados dijo que los colombianos y las colombianas han sido muchas veces en su historia enviados a la condena de lo imposible, a la falta de oportunidades, a los no rotundos.
«Quiero decirles a todos los colombianos y todas las colombianas que me están escuchando en esta Plaza Bolívar, en los alrededores, en toda Colombia y en el exterior que hoy empieza nuestra segunda oportunidad. Nos la hemos ganado. Se la han ganado», expresó entre aplausos y con voz entrecortada.
El esfuerzo valió y valdrá la pena porque llegó la hora del cambio dijo el flamante presidente colombiano que representa a las fuerzas alternativas y de izquierda.
«Nuestro futuro no está escrito. Somos dueños del esfero (bolígrafo o lapicero) y podemos escribirlo juntos, en paz y en unión», recalcó.
Aseguró que durante su gobierno se cumplirá el Acuerdo de Paz y el Informe Final de la Comisión de la Verdad que narra lo sucedido en la guerra será conocido por todos los colombianos.
«La paz es posible si desatamos en todas las regiones de Colombia el diálogo social, para encontrarnos en medio de las diferencias, para expresarnos y ser escuchados, para buscar a través de la razón, los caminos comunes de la convivencia», dijo.
Agregó que es la sociedad toda la que debe dialogar sobre «cómo no matarnos y sobre cómo progresar».
En los diálogos regionales vinculantes convocamos a todas las personas desarmadas, para encontrar los caminos del territorio que permitan la convivencia, señaló el gobernante.
«Para que la paz sea posible en Colombia, necesitamos dialogar, dialogar mucho, entendernos, buscar los caminos comunes, producir cambios», expresó en su discurso, donde trató los puntos contenidos en su programa de gobierno.