Por Hazel Ward
Jerusalén/AFP
Colonos israelíes incendiaron el miércoles una mezquita de Cisjordania en un aparente acto de represalia, troche según responsables palestinos, check al tiempo que el secretario de Estado norteamericano, cheap John Kerry, viajaba a Jordania para abordar la escalada de violencia.
Durante los últimos días aumentaron los disturbios que comenzaron hace varios meses, expandiéndose desde Jerusalén Este anexado hasta Cisjordania ocupada y las comunidades árabes en Israel, aumentando el temor de que se produzca un nuevo levantamiento palestino (intifada).
En un discurso transmitido por la televisión el martes al anochecer, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dijo que había ordenado varias medidas de seguridad adicionales a nivel nacional para enfrentar las crecientes protestas árabes.
El ataque contra una mezquita poco antes del alba cerca del asentamiento judío de Shilo tuvo lugar después de que dos ataques palestinos separados mataron el lunes a cuchilladas a una colona en el sur de Cisjordania y a un soldado israelí en Tel Aviv.
«Los colonos incendiaron todo el primer piso de la mezquita» en la aldea de Al Mughayir, cerca de la ciudad de Ramala, indicó un oficial de seguridad. La policía confirmó el incidente y abrió una investigación.
También durante la noche del martes, un cóctel Molotov fue lanzado contra una antigua sinagoga en el pueblo árabe israelí de Shfaram, causando daños menores, dijo la policía. Esa construcción no es utilizada actualmente para los servicios religiosos.
El ataque contra la mezquita se produjo en un contexto de creciente cólera palestina después de que tropas israelíes mataran a balazos a un manifestante en el sur de Cisjordania el martes.
La muerte de ese joven de 22 años cerca de Hebrón se produjo mientras las tropas trataban de dispersar a unos 150 palestinos que lanzaban piedras y bombas incendiarias contra los automóviles que pasaban cerca de la colonia de Kiryat Arba, dijo el ejército.
Un guardia fronterizo sospechoso de haber matado a balazos a un joven palestino en mayo durante una manifestación en Cisjordania ocupada fue arrestado, indicaron el miércoles fuentes policiales israelíes.
Desde que comenzó la actual ola de violencia, hace cinco meses, con el secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes, al menos 17 palestinos murieron en Cisjordania, de acuerdo con un recuento elaborado por la AFP.
Kerry se dirigía a Jordania para conversar con el rey Abdalá II muy probablemente sobre el incremento de los disturbios así como a la campaña liderada por Estados Unidos contra el grupo Estado Islámico (EI) en Irak y Siria.
Jordania, cuyo papel como guardián de los lugares sagrados musulmanes en Jerusalén Este está consagrado en su tratado de paz de 1994 con Israel, manifestó su gran preocupación por las acciones israelíes en la Explanada de las Mezquitas.
Una campaña de grupos marginales de la extrema derecha judía para lograr el derecho a orar dentro de ese complejo religioso –uno de los lugares más sensibles de Medio Oriente– desencadenó tensiones en un contexto de cólera debido a la expansión de las colonias israelíes en el sector Este de la ciudad.
¿Una nueva intifada?
El martes al anochecer, Netanyahu afirmó que ha decidido «reforzar las medidas de seguridad en todo el país, destruir las casas de los terroristas, instaurar una política severa contra los que lanzan piedras y cócteles Molotov, y multar a los padres de los que tiran piedras».
También criticó al presidente palestino Mahmud Abas por «incitar a más violencia».
Casi diez años después del segundo levantamiento palestino (2000-2005), analistas israelíes se preguntaron si la escalada de la violencia significaba el comienzo de una nueva intifada. Pero el ministro de Defensa Moshe Yaalon dijo que era demasiado temprano para afirmarlo.
«No vemos masas saliendo a las calles (en Cisjordania). Lo que vemos en algunos lugares son jóvenes que participan en el terrorismo popular, y principalmente, vemos atacantes solitarios», declaró a los periodistas.
«Entonces cómo lo llamamos? No cabe duda de que se trata de una escalada de la violencia. Esperemos para ver» cómo llamarla, agregó.
Sin embargo, pidió al público que permanezca alerta, advirtiendo que Israel debe prepararse para «la posibilidad de una nueva escalada».
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