@arpassv
La semana pasada el gobierno cayó en “impago” a las AFP, por la negativa de ARENA de aprobar los fondos necesarios. El partido opositor no autorizó la emisión de 282 millones de dólares en bonos para cubrir el monto anual ni avaló la reorientación de 70 millones para pagar al menos por tres meses.
Pero el problema es mayor: no solo es el “impago de pensiones”, sino que la crisis fiscal afecta otros compromisos financieros del Ejecutivo, entre estos el pago de la deuda externa (contraída mayoritariamente en la época de ARENA), el financiamiento de los programas sociales y la concreción de proyectos de prevención de violencia, reactivación productiva, saneamiento ambiental, etc.
La no aprobación de fondos (préstamos, bonos y reformas tributarias), aspecto central de la estrategia de asfixia financiera contra el gobierno, causa varios “impagos” que afectan a la gente, como la reducción de subsidios y el debilitamiento de programas sociales. Por ejemplo, la pensión básica no se paga desde el año pasado y el paquete agrícola ahora solo incluirá semillas.
Y esto es responsabilidad de ARENA y la Sala Constitucional, los dos instrumentos de la oligarquía para quebrar financiera (y políticamente) al gobierno, no hay ninguna duda al respecto. Sin embargo, los “impagos” y la crisis fiscal que los genera es también resultado de -al menos- dos errores garrafales de la izquierda gobernante.
El primero es no haber tenido un plan “B” y hasta un “C” para enfrentar la crisis fiscal si ARENA no aprobaba los financiamientos necesarios: el gobierno puso todas sus cartas en la negociación con ARENA, esperando una actitud racional que el partido opositor nunca tuvo.
Y el segundo error fue no presionar a ARENA, creyendo que este tendría la voluntad política para apoyar la solución a la crisis fiscal. La izquierda debió aliarse con las organizaciones revolucionarias, movimientos progresistas, sectores democráticos y población decente para obligar al partido oligárquico a votar por los fondos requeridos.
Algunos funcionarios y dirigentes ingenuos pensaron que, al venir el impago, ARENA automáticamente apoyaría: “los mismos bancos y AFP les pedirán que voten por los bonos”, decían; y así cedieron a casi todo a cambio de nada.
Pero la izquierda gobernante todavía puede rectificar. En primer lugar, debe ampliar la mesa de discusión sobre la crisis fiscal, incluyendo a todos los sectores representativos del país, para buscar propuestas de consenso nacional; y en segundo lugar, debe plantearse una gran alianza gobierno-partido-pueblo y movilizarse para presionar a ARENA.
Hay que repensar el concepto de gobernabilidad y buscar correlación política con el pueblo, no hay alternativa porque ARENA tiene decidido quebrar al gobierno y no va ceder sin no es obligada por la presión social.