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Yeda/AFP
La Organización para la Cooperación Islámica (OCI) y la Liga Árabe lanzaron un llamamiento conjunto a un alto el fuego en Siria durante el ramadán, no rx que comenzó el fin de semana, y durante el cual los islamistas somalíes amenazaron de su lado con intensificar sus ataques
Los musulmanes de Asia empezaron a celebrar el mes del ayuno en numerosos países, incluyendo Indonesia, donde las amenazas de radicales de atacar los bares «impuros» que difunden los partidos del Mundial 2014 no han apagado la fiebre futbolística.
En un comunicado dado a conocer en Yedá, la OCI y la Liga Árabe pidieron «un cese de la violencia y de los combates bajo todas sus formas con motivo del mes santo del ramadán».
La tregua serviría para «aligerar los sufrimientos de los sirios y permitir a las organizaciones caritativas dar asistencia humanitaria a las regiones afectadas» por el conflicto, explica el texto.
Las dos organizaciones exhortaron a las potencias regionales y al conjunto de la comunidad internacional a apoyar este llamamiento y a presionar en este sentido al gobierno sirio y a los rebeldes.
Paralelamente en Somalia los islamistas shebab amenazaron con intensificar sus ataques y atentados en Mogadiscio, capital de Somalia, durante el ramadán.
«Todo lo vinculado a la devoción de Alá, en especial, la yihad (guerra santa), debe intensificarse durante el mes sagrado de ramadán», indicó Sheij Ali Mohamed Husein, jefe de operaciones shebab en Mogadiscio, durante un mensaje difundido por Radio Andalus y en un página web islamista.
En un mensaje televisado con motivo de ramadán, el presidente somalí, Hasa Sheij Mohamud, aseguró que el gobierno había tomado todas las medidas para hacer frente a la amenaza de los shebab durante este mes sagrado.
«Sabemos que elementos violentos prevén impedir a la gente practicar su religión, pero los detendremos con el uso de la fuerza para que la población pueda cumplir con sus obligaciones religiosas en paz», afirmó el jefe de Estado.
Indonesia, mayor país musulmán
En el continente asiático, el mes de ayuno para los musulmanes empezó también en Malasia, Afganistán, Filipinas o Sri Lanka.
En Indonesia, el mayor país musulmán del mundo, con 225 millones de fieles sobre un población total de 250 millones, grupos islamistas radicales amenazaron con atacar bares que sigan vendiendo alcohol -cuyo consumo prohíbe la ley islámica- o permanezcan abiertos hasta altas horas durante el ramadán.
El jefe del Frente de los Defensores del Islam en la capital indonesia, Yakarta, Salim Alatas, anunció que su grupo «vigilará cualquier actividad inmoral durante el ramadán: si los representantes del orden público no hacen nada contra las actividades inmorales, nosotros haremos todo lo que podamos para acabar con ellas, con nuestro propios métodos», advirtió.
Pero estas amenazas tienen poco impacto en este país musulmán moderado donde el fútbol es muy popular. Los practicantes y seguidores del balompié, indonesios y extranjeros, llenaron los bares de Yakarta. Se entusiasmaron delante de las pantallas que transmitían los partidos de octavos de final del Mundial de Brasil la noche del sábado al domingo, a pesar de las horas tardías, constató la AFP.
«El ayuno no afecta realmente a mi entusiasmo por el Mundial de fútbol», declaró Intania Permata, un estudiante de 22 años, que miró el partido repleto de suspense entre Brasil y Chile en un bar-restaurante sudamericano de Yakarta.
Setiadi Putra, de 27 años, estimó que a medida que se acerque el momento de la final, la fiebre mundialista atraerá a numerosos hinchas a los bares durante el mes del ramadán.
En Filipinas, donde los católicos son mayoría, los musulmanes empezaron a celebrar el primer ramadán desde la firma de un acuerdo de paz entre el Gobierno y el grupo de rebeldes islamistas más importante tras décadas que conflicto armado y decenas de miles de muertos.
Fuera de Asia, la mayoría de países musulmanes restantes, entre ellos Arabia Saudí, empiezan el ramadán este domingo. Algunos, como Yemen, lo iniciaron el sábado.
El calendario musulmán es lunar y el ramadán deben empezar después de la luna nueva, en cuanto asoma el primer trazo de la creciente.
