Oscar López
@Oscar_DCL
Residentes de comunidades cercanas y vendedores de la zona turística de la Puerta del Diablo abrieron dos accesos a dicha zona, la cual tiene más de un año de estar cerrada al público debido a trabajos de mejora y remodelación ejecutado por el Instituto Salvadoreño de Turismo (ISTU).
Al respecto, Mario Chávez, miembro de la Corporación de Comunidades por la Cooperación y la Solidaridad (CORDECOM), expresó que las comunidades y vendedores decidieron “tomar posesión del lugar”, debido a que las obras están paralizadas, lo que genera incertidumbre a los comerciantes y quita espacios de esparcimiento a los salvadoreños.
“A las comunidades y vendedores del lugar les fuero violentados sus derechos hace más de un año, que los sacaron de aquí por una disposición del ISTU. Ahora las comunidades tomaron un acuerdo de romper dos áreas para garantizar el derecho de la población al turismo”, expresó Chávez.
Los residentes y vendedores aseguran que, hasta la fecha, funcionarios del ISTU no se han reunido con ellos, por lo que desconocen el avance de la obra, o si las continuarán con las mejoras en el sitio turístico, lo que genera incertidumbre debido a que no saben hasta cuándo podrán volver a sus negocios, que son su principal fuente de ingresos. Debido a los trabajos de mejora en el sitio turístico, el ISTU acordó con los comerciantes que, mientras se ejecuten las obras, se trasladarían a otra zona, en el parque Balboa; sin embargo, los vendedores sostienen que sus ventas han disminuido, debido a que en el lugar ya hay otros comercios que ofrecen los mismos productos. “Hay una negociación con una comisión de nuestras comunidades, está el señor alcalde y representantes de la empresa (constructora) para ver si nos ponemos de acuerdo y que den el permiso de retomar esto, porque ha pasado más de un año que tienen de tener esto (la obra) aventado”, aseguró el miembro de CORDECOM.
El proyecto, impulsado por el ISTU, incluye la construcción de las plazas El Chulo, El Chulito y El Chulón, en ellas habrán 33 kioscos y en la zona inferior estará el área de merenderos.
Los pobladores de los alrededores de la zona turística, en especial quienes habitan en cantones de Panchimalco, tienen sus propias razones para no estar conformes con la remodelación, sostienen que las obras afectaron el aspecto natural del lugar.