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Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
Las pupusas moradas por la remolacha, las verdes por el mango o la moringa con challa y el anaranjado de la zanahoria tienen el parecido a una explosión de colores en la plancha de Juana Morales, oriunda de Guarjila, Chalatenango quien se encarga de enseñar a mujeres rurales la importancia de los aportes nutritivos de las plantas verdes o verduras.
“Estamos trabajando con mujeres que pertenecemos a CRIPDES, CCR y la Mesa de Mujeres Rurales en este intercambio de comidas verdes, con estas pupusas de diferentes sabores y colores; la salsa verde picante que las acompaña y la horchata de cúrcuma, así como otras plantas como la moringa, la challa y jengibre, plantas nutritivas, en lugar de alimentos tratados con químicos”, aseguró Morales.
La Mesa Nacional de Mujeres de la Asociación para el Desarrollo de El Salvador, CRIPDES realizaron el foro “Mujeres con Autonomía, por el Agua, la Tierra y la Vida” con el fin de compartir saberes y prácticas agroecológicas en la siembra de pequeñas legumbres, verduras y plantas verdes, con altos índices de nutrición.
Morales señaló que al compartir estos conocimientos están en la búsqueda que más mujeres se sumen a esta iniciativa de nutrición sana, así lo trasladen a la dieta diaria de sus familias en lugar de comidas con condimentos sintéticos.
“Queremos que las mujeres, que la comunidad sepa nos podemos alimentar de manera nutritiva y sana a bajo costo. Como la pupusa de zanahoria que se le pone rallada al queso; y a la masa de maíz le ponemos cúrcuma y nos quedan achotadas; a las de la remolacha le ponemos esto al maíz antes de ir a molerlo, y se amasan juntas y quedan moraditas; y tenemos el alimento en la casa”, sostuvo.
El trabajo sobre “soberanía alimentaria”, afirmó Juana es la capacidad de tener qué comer; al producir su huerto y el conocimiento podrán saber sus propiedades y con cuáles podrá hacer atoles, refrescos o condimentar comidas de manera nutritiva.
“Si le ponemos la cúrcuma a la comida sabemos que su aporte es en calcio al cuerpo humano, y baja los costos al no consumir comida chatarra que solo provoca diabetes o presión alta, entre otras enfermedades que se generan al consumir embutidos, gaseosas o condimentos químicos; es decir, ahorramos porque nos enfermaremos menos”, señaló.
Mientras Rubia Guardado integrante de la Mesa de Mujeres Rurales, afirmó que la actividad se compone en dos etapas: primero la prevención de violencia, y la segunda etapa la soberanía alimentaria, que consideran importante para empoderar a la población femenina de la zona rural.
“Como mujeres en Chalatenango, hemos dado a conocer lo que hemos aprendido con las comidas verdes, que son muchas opciones de alimentos que previenen las enfermedades y nos nutrimos mejor. Recordemos estamos en un sistema capitalista, que solo nos enseña a consumir y no a educarnos en nutrición, porque a diario se consumen alimentos cargados de agrotóxicos. Y también estamos en el tema de sembrar nuestros propios alimentos, porque estos productos sanos por la agroecología nos van a permitir contar con mejor salud, y con ese acto demostramos que somos soberanas en nuestra alimentación”, concluyó.
