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Por Christophe Schmidt
Viena/AFP
Las grandes potencias e Irán reanudan este martes por la noche en Viena, treatment tras los primeros avances, viagra las conversaciones sobre el sector nuclear de la República Islámica, sale conscientes de que entran en la fase más delicada de la negociación.
El objetivo, después de diez años de peligrosas tensiones, es que Irán convenza definitivamente al resto del mundo sobre el carácter pacífico de su programa atómico, para que se levanten las sanciones internacionales que están ahogando su economía.
La negociación propiamente dicha comenzará el miércoles y durará hasta el viernes.
Una vez resueltos los detalles pendientes, los representantes del Grupo 5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad -China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia- más Alemania) redactarán junto a Irán un acuerdo final.
Sin embargo, desde el punto de vista iraní, a la negociación todavía le queda recorrido. El ministro de Exteriores, Mohamad Javad Zarif, declaró que ahora comienza «la parte difícil» y que tendría que haber un consenso casi absoluto.
El proceso podría abortar con discrepancias en tan solo «el 2% de los temas en discusión», advirtió.
El primer contacto se dará el martes en una cena entre Zarif y su delegación con la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, que negocia en nombre del Grupo 5+1.
Durante las tres primeras sesiones de negociación en la capital austríaca se consiguió resolver una parte de los puntos conflictivos.
El mayor avance hasta ahora está relacionado con el reactor de agua pesada de Arak. Irán ha aceptado modificar la concepción de esta instalación, situada a 240km al suroeste de Teherán, para limitar su producción de plutonio.
Los expertos técnicos de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) han constatado que Teherán está respetando al pie de la letra los compromisos que hizo el pasado otoño boreal en una conferencia en Ginebra, que acabó con una década de desacuerdos y permitió comenzar las presentes conversaciones.
Esta agencia especializada de la ONU informó el 17 de abril que Irán había reducido en un 75% sus depósitos de uranio enriquecido a 20%.
Uno de los temas más delicados aún por discutir es la capacidad de enriquecimiento de uranio de la que seguirá disponiendo Teherán después de un acuerdo.
Las grandes potencias también están preocupadas por los avances de Teherán en materia de misiles balísticos, que podrían llevar cargas nucleares. El guía supremo iraní, el ayatolá Ali Jameini, descartó el domingo limitar este programa.
Los negociadores tienen en principio hasta el 20 de julio para llegar a una conclusión, aunque las discusiones se podrán alargar de común acuerdo.
