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Nelson López
@DiarioCoLatino
Cuando todo parecía gris y empañado, la euforia reventó al interior del estadio de Taipei, Taiwán, que lucia repleto de asistentes que desde tempranas horas esperaban la inauguración de la Universiade Mundial Taipei 2017.
En la ceremonia inaugural destacó ese color del que hacen acopio los asiáticos con sus atuendos y la admirable sincronía coreográfica con la que combinan la fuerza de las artes marciales.
Luego se vino el ingreso de las delegaciones de estudiantes universitarios entre gritos de la afición, música tecno y un desorden agradable de los atletas en la pista que saludaban y se hacían el infaltable “selfie”.
La primera delegación que ingresó fue la de Argentina, con pibes que saludaban alegres con ese toque de ‘che somos grande’, pero de pronto las delegaciones no aparecieron y en su lugar iban jovenes taiwanéses cargando los pabellones hasta completar la lista de los países que faltaban por desfilar. La situación generó desconcierto, pero los presentes se negaban a caer en la trampa del tedio y tronaban los aplausos cuando los maestros de ceremonia mencionaban los nombres de los países participantes en la competencia.
En total son 144 los países presentes en el mundial universitario que comprende de 21 disciplinas deportivas oficiales y una más como exhibición: el tradicional juego de billar.
Tras el desfile de los pabellones sin atletas, hubo un poco de música y de pronto reventó el grito de la multitud cuando los animadores anunciaban la presencia de los deportistas que irrumpieron en la pista atlética.
Luego salió al estrado Oleg Matytsin, presidente de la Federación Internacional de Deportes Universitario (FISU), emocionado y saludando en el idioma natal de Taiwán: el mandarín. ¡Dajia hao, Taipei! Y prosiguió en inglés ¡Welcome to the twenty-ninth summer universiade…! Refiriéndose a la edición 29 del evento deportivo universitario que se celebra cada dos años en verano.
Y fue entonces que Matytsin celebró la llegada de las delegaciones deportivas que faltaban diciendo ¡Vale la pena esperar por las buenas cosas! Y los gritos y aplausos prosiguieron al discurso de Matytsin. Entre la algarabía desbordada, la Presidente de República de China, Taiwán, Tai Ing Wen, inauguró los juegos, entre más pólvora china, coreografías y el encendido del pebetero.
Eso sí, la delegación de El Salvador no apareció… ni la de Nicaragua, ni la de Honduras. Pero allí estaban en Taipei, listas para la contienda.
El Alcalde de Taipei, Ko Wen Te, animó a delegaciones y atletas a dar lo mejor de cada uno de ellos en esta justa deportiva que promete talentos a futuro y profesionales en cada una de las ramas.
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