Por Rim Haddad y Maher al-Mounes
Damasco/AFP
Los rebeldes sirios y sus familias empezaron a ser evacuados este lunes por primera vez de un distrito de Damasco, acercando al gobierno la posibilidad de recuperar toda la capital.
La evacuación empezó días después de que Rusia e Irán, aliados del gobierno, y Turquía, que apoya a los rebeldes, firmaran un acuerdo para establecer «zonas de distensión» en las que el gobierno y los insurgentes deberían cesar los enfrentamientos.
El ministro de Relaciones Exteriores, Walid Muallem, rechazó el lunes que la ONU o fuerzas extranjeras actúen como observadores en esas zonas, aunque matizó que la policía militar podría tener algún papel, aunque no precisó si se refería a unidades sirias o extranjeras.
El pacto para evacuar Barzé es similar a otros acuerdos alcanzados para otros territorios en manos de los rebeldes, que permiten que los combatientes abandonen de forma segura esas áreas a cambio de la rendición.
«Hombres armados y algunos familiares empezaron a abandonar Barzé en 40 autobuses en dirección al norte de Siria», afirmó la cadena estatal.
La televisión añadió que la evacuación duraría cinco días, pero que los combatientes rebeldes que elijan quedarse podrán hacerlo si se registran ante el gobierno.
El canal no precisó cuántas personas serán evacuadas pero según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), entre 1.400 y 1.500 combatientes y sus familias podrían abandonar la capital para instalarse en Idlib, una provincia del noroeste en manos de los rebeldes y los yihadistas.
El acuerdo de evacuación se cerró el domingo por la noche y docenas de personas esperaban en Barzé el lunes desde primera hora de la mañana.
Un fotógrafo de la AFP vio a combatientes rebeldes portando armas ligeras mientras niños y mujeres con coloridos pañuelos arrastraban viejas maletas y bolsas de lona.
Una fuente de las Fuerzas de Defensa Nacional, progubernamentales, afirmó que se permitiría a los rebeldes llevar consigo sus «armas personales».
Se están llevando a cabo negociaciones similares para el distrito de Qabun, en el noreste de Damasco, bombardeado intensamente por las fuerzas leales al presidente Bashar al Asad desde hacía semanas.
«Estamos trabajando en Qabun y también está el campamento de Yarmuk, donde se están desarrollando negociaciones para la evacuación de grupos armados», explicó Muallem en una rueda de prensa el lunes.
Zonas de ‘distensión’
El gobierno de Al Asad controla toda la capital excepto seis distritos: Barzé, Qabun, Jobar, Thishrin, Tadmun y el campamento de Yarmuk.
Se trata de la primera evacuación de la capital, aunque el acuerdo de Barzé sigue un modelo de «pactos de reconciliación» que ya se han aplicado por todo el país.
El gobierno defiende que estos acuerdos son la mejor manera de terminar con seis años de conflicto.
Sin embargo, la oposición asegura que se ve forzada a firmar estos acuerdos por la presión que el gobierno ejerce con sus tácticas de asedio y bombardeos.
La evacuación del lunes empezó días después de que Rusia, Irán y Turquía acordaran delimitar cuatro «zonas de distensión» que no incluye Damasco y en donde deberán cesar los enfrentamientos, incluyendo los bombardeos aéreos, durante seis meses.
Entró en vigor en la medianoche del viernes pero los socios firmantes tienen hasta el 4 de junio para entregar los mapas con la demarcación de las zonas.
El pacto excluye al grupo yihadista Estado Islámico, ausente en la mayor parte de las áreas delimitadas, y al Frente Fateh Al Sham, antigua rama siria de Al Qaida, muy presente en la provincia de Idlib.