Bruselas/AFP
Cédric Simon
El rechazo por parte de países de la UE a la acogida de solicitantes de asilo para aliviar a socios como Grecia e Italia en primera línea de la reciente crisis migratoria es «inaceptable», declaró el comisario europeo de Migración en una entrevista con la AFP.
Dimitris Avramopoulos participa este jueves en Sofía en una reunión de los ministros de Interior de los 28 consagrada a la reforma de la política de asilo en la UE, bloqueada desde hace más de un año por la división en el seno del bloque sobre nuevas cuotas de asilo en caso de llegadas masivas de refugiados.
El objetivo de los mandatarios de la Unión Europea de encontrar un compromiso antes de finales de junio es «alcanzable», apunta este ex canciller griego y alcalde de Atenas entre 1995 y 2002.
«Urge avanzar en la adopción de un nuevo reglamento Dublín», subraya en referencia a la norma europea que confiere la responsabilidad del tratamiento de una solicitud de asilo casi sistemáticamente al país de la UE por el que accedió el migrante.
«Europa necesita un sistema común europeo de asilo. Actualmente, son Italia y Grecia los que están bajo una enorme presión, pero nadie puede garantizar que el futuro reserve sorpresas», advierte, destacando que los países del Este, más reacios a la política migratoria de la UE, no son inmunes a futuras llegadas masivas.
Compartir la ‘carga’
A pesar de las duras controversias sobre las cuotas provisionales de «reubicación» desde ambos países mediterráneos a otros países europeos en vigor entre septiembre de 2015 y septiembre de 2017, la Comisión desea que la reforma del asilo en la UE contemple un nuevo sistema de reparto de solicitantes de asilo.
Este mecanismo sólo se activaría en caso de un importante número de llegadas a un país del bloque, mientras que el reto del tiempo la responsabilidad principal de las solicitudes de asilo recaerían en el territorio de entrada en la UE, propone la Comisión.
Pero varios países como Polonia, Hungría y República Checa, que rechazaron aplicar las cuotas aprobadas en 2015, se oponen de plano a cualquier política de acogida obligatoria en el futuro, apostando en cambio por una solidaridad basada en ayuda financiera a otros países.
«Es inaceptable. Se trata de una responsabilidad compartida. Todos los países deberían participar en nuestra política de compartir la carga de esta enorme presión», estima el comisario Avramopoulos, rechazando la «interpretación arbitraria» del concepto de solidaridad.
Para el responsable de origen griego, el proyecto europeo no se ha visto en peligro por la reciente crisis económica, sino «principalmente por la crisis migratoria y de refugiados, ya que está vinculada directamente a los principios y valores» europeos.
Avramopoulos no dudó hace algunas semanas, en este sentido, en calificar de «antieuropeo» un documento del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien proponía abandonar la idea de las cuotas obligatorias.
«Sentí que estas declaraciones socavaban nuestra estrategia europea en cuestiones muy importantes», se defiende el comisario, a preguntas de la AFP sobre su dura reacción.
«Soy un político y, al mismo tiempo, formo parte de quienes comparten una gran responsabilidad en la defensa del proyecto europeo y los tratados europeos», agrega.