Ginebra (Suiza)/Sputnik
La Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Siria llama al alto el fuego en todo el país para hacer frente a la situación humanitaria causada por el terremoto, comunicó el jefe de la comisión, Paulo Pinheiro.
«Instamos a todas las partes del conflicto en Siria a la cesación del fuego para que los trabajadores humanitarios y los rescatistas puedan llegar a los necesitados sin temor a un ataque», destaca el comunicado de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (Acnudh).
Según la nota, los sirios se necesitan un apoyo reforzado de la comunidad internacional en medio del invierno difícil, el brote de cólera y las hostilidades.
Un terremoto de magnitud 7,7 sacudió el 6 de febrero varias provincias del sureste de Turquía y del noroeste de Siria. Los temblores también se sintieron en el Líbano, Israel y otros países de Oriente Medio.
El epicentro del seísmo fue localizado en la ciudad turca de Pazarcik, en la provincia de Kahramanmaras. Desde entonces se registraron decenas de réplicas.
Según los datos de última hora, los terremotos causaron unos 3.500 muertos y más de 22.000 heridos en Turquía, a los que se suman más de 800 víctimas mortales y más de 1.400 lesionados en Siria.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, calificó lo ocurrido como el mayor desastre natural en el país desde 1939 y declaró luto en todo el territorio nacional hasta el 12 febrero.