Como entrenar clandestinamente a paramilitar, censurar la prensa, prohibir los sindicatos, emplear terroristas, realizar allanamientos sin mandato judicial, suspender los recursos de amparo, ocultar las violaciones de la Convención de Ginebra y hacer que la población lo adore
JULIAN ASSANGE
July 31, 2008
Wikileaks ha publicado un manual confidencial militar de contrainsurgencia de EE.UU. de 219 páginas. El manual: “Técnicas y Procedimientos de Tácticas de Defensa Interiores en el Extranjero para Fuerzas Especiales (1994, 2004) podría ser descrito críticamente como “lo que aprendimos sobre el manejo de escuadrones de la muerte y el apuntalamiento de gobiernos corruptos en Latinoamérica y cómo aplicarlo en otros sitios.” Su contenido es definidor de la historia para Latinoamérica y, considerando el continuo rol de las Fuerzas Especiales de EE.UU. en la represión de insurgencias, incluyendo en Iraq y Afganistán, es histórico.
El manual filtrado, que ha sido verificado con fuentes militares, es la doctrina oficial de las Fuerzas Especiales de EE.UU. para la Defensa Interna en el Extranjero o FID.
Las operaciones de FID tienen el propósito de sostener a un gobierno “amigo” que enfrente una revolución popular o insurgencia guerrillera. Las intervenciones de FID son a menudo encubiertas o casi encubiertas debido a la naturaleza impopular del gobierno que está siendo apuntalado (“Al formular una política realista para el uso de asesores, el comandante debe avaluar cuidadosamente el clima psicológico de la HN [siglas en inglés para Host Nation, (Nación Anfitriona) y de EE.UU.”)
El manual propugna directamente el entrenamiento de paramilitares, la vigilancia generalizada, la censura, el control de la prensa y restricciones a los sindicatos y partidos políticos. Propugna directamente allanamientos sin mandato judicial, la detención sin acusación y (bajo diversas circunstancias) la suspensión del habeas corpus (recurso de amparo). Aboga directamente por el empleo de terroristas o el procesamiento de individuos por terrorismo que no son terroristas, realizar operaciones bajo bandera falsa y ocultar los abusos de derechos humanos ante los periodistas. Y defiende repetidamente el uso de subterfugios y “operaciones psicológicas” (propaganda) para que estas medidas y otras de “control de la población y de recursos” sean más aceptables.
El contenido ha sido particularmente informado por la prolongada participación de EE.UU. en El Salvador.
En 2005 una serie de informes verosímiles en los medios sugirieron que el Pentágono estaba discutiendo intensamente “la opción salvadoreña” para Iraq. [1] Según la revista del New York Times:
“El diseño básico para Iraq actual no es Vietnam, con el que ha sido comparado a menudo, sino El Salvador, donde un gobierno derechista respaldado por EE.UU. combatió contra un insurgencia izquierdista en una guerra de12 años que comenzó en 1980. El coste fue elevado – más de 70.000 personas fueron muertas, la mayoría civiles, en un país con una población de sólo seis millones. La mayoría de los asesinatos y de las torturas fueron realizadas por el ejército y los escuadrones de la muerte que le estaban afiliados. Según un informe de Amnistía Internacional en 2001, las transgresiones cometidas por el ejército y grupos asociados incluyeron ‘ejecuciones extrajudiciales, otros asesinatos ilegales, ‘desapariciones’ y tortura… Aldeas enteras fueron atacadas por las fuerzas armadas y sus habitantes masacrados.’ Como parte de la política del presidente Reagan de apoyar a las fuerzas anticomunistas, cientos de millones de dólares en ayuda de EE.UU. fueron canalizados al ejército salvadoreño, y un equipo de 55 asesores de las Fuerzas Especiales, dirigido durante varios años por Jim Steele, entrenó a batallones de primera línea que fueron acusados de importantes abusos de los derechos humanos.”
El mismo artículo señala que James Steele y muchos otros ex “asesores militares” de las Fuerzas Especiales centroamericanas han sido ahora nombrados a un alto nivel a Iraq.
En 1993, una comisión de la verdad de la ONU sobre El Salvador, que examinó 22.000 atrocidades que ocurrieron durante los doce años de la guerra civil, atribuyó un 85% de los abusos a los militares salvadoreños respaldados por EE.UU. y a sus escuadrones de la muerte paramilitares.
Vale la pena señalar que el embajador de EE.UU. a El Salvador, Robert E. White (quien es actualmente presidente del Centro para Política Internacional) ya dijo en 1980, en documentos del Departamento de Estado, obtenidos bajo la Ley de Libertad de la Información:
“La mayor amenaza inmediata para la existencia de este gobierno es la violencia derechista. En la ciudad de San Salvador, los matones a sueldo de la extrema derecha, algunos de ellos terroristas cubanos y nicaragüenses bien entrenados, matan a dirigentes moderados de la izquierda y hacen volar edificios del gobierno. En el campo, elementos de las fuerzas de seguridad torturan y matan a los campesinos, acribillan sus casas y queman sus cosechas. Por lo menos doscientos refugiados del campo llegan cada día a la capital. Esta campaña de terror está radicalizando las áreas rurales con tanta seguridad como lo hizo la Guardia Nacional de Somoza en Nicaragua. Por desgracia, la estructura de comando del ejército y de las fuerzas de seguridad, tolera o alienta esta actividad. Esos altos oficiales creen o pretenden creer que están eliminando a los guerrilleros. [2]”
A continuación presentamos pasajes seleccionados. Nótese que el manual tiene 219 páginas y contiene integralmente material sustancial. Estos pasajes sólo deben ser considerados representativos. Se ha agregado énfasis para mayor selección. El manual integral puede ser encontrado en el manual de contrainsurgencia de las Fuerzas Especiales FM 31-20-3.
RESTRICCIÓN A LA DISTRIBUCIÓN: Distribución autorizada a agencias del gobierno de EE.UU. y sus contratistas sólo para proteger información técnica u operativa de diseminación automática bajo el Programa de Intercambio Internacional o por otros medios. Esta decisión fue tomada el 5 de diciembre de 2003. Otros pedidos para este documento deben ser referidas al Comandante, Ejército de EE.UU., Centro y Escuela de Guerra Especial John F. Kennedy, ATTN: AOJK-DTD-SFD, Fort Bragg, North Carolina 28310-5000.
Nota de destrucción: Destrúyase por cualquier método que pueda impedir la revelación del contenido o la reconstrucción del documento.
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Contrainteligencia
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La mayor parte de las medidas de contrainteligencia utilizadas serán abiertas en su naturaleza y orientadas a proteger instalaciones, unidades, e información y detectar espionaje, sabotaje, y subversión. Ejemplos de medidas de contrainteligencia a utilizar son:
Investigación de antecedentes y de historiales de personas en posiciones confidenciales y de personas cuya lealtad pueda ser cuestionable.
Mantenimiento de archivos sobre organizaciones, lugares, e individuos de interés para la contrainteligencia.
Inspecciones de seguridad interna de instalaciones y unidades.
Control de movimiento de civiles dentro de áreas controladas por el gobierno.
Sistemas de identificación para minimizar la posibilidad de que insurgentes ganen acceso a instalaciones o se muevan libremente.
Allanamientos e incursiones no anunciadas contra presuntos sitios de reunión.
Censura
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PSYOP [Operaciones psicológicas] son esenciales para el éxito de PRC [Control de Población y Recursos]. Para máxima efectividad un fuerte esfuerzo de operaciones psicológicas es dirigido hacia las familias de los insurgentes y su base de apoyo popular. El aspecto de PSYOP del programa PRC trata de hacer que la imposición de control sea más aceptable para la gente al relacionar la necesidad de controles con su seguridad y bienestar. Los esfuerzos de PSYOP también tratan de crear una imagen favorable del gobierno nacional o local y de contrarrestar los efectos del esfuerzo de propaganda insurgente.
Medidas de control
Las SF (Fuerzas Especiales de EE.UU.] pueden aconsejar y ayudar a las fuerzas de la HN [Nación Anfitriona] en el desarrollo e implementación de medidas de control. Entre estas medidas están las siguientes:
Fuerzas de seguridad: La policía y otras fuerzas de seguridad utilizan medidas PRC (de Control de la Población y Recursos] para privar de apoyo al insurgente y para identificar y ubicar a miembros de su infraestructura. PSYOP [Operaciones Psicológicas] adecuadas ayudan a que esas medidas sean más aceptables para la población explicando su necesidad. El gobierno informa a la población que las medidas de PRC pueden causar molestias pero que son necesarias debido a las acciones de los insurgentes.
Restricciones: Derechos sobre la legalidad de la detención o encarcelamiento de personas (por ejemplo, habeas corpus) pueden ser temporalmente suspendidos. Esta medida debe ser adoptada como último recurso, ya que puede suministrar a los insurgentes un tema efectivo de propaganda. Las medidas de PRC también pueden incluir toques de queda o cortes de luz, restricciones a los viajes, y áreas residenciales restringidas tales como aldeas protegidas o áreas de reasentamiento. Registros y sistemas de pases y control de ítems delicados (control de recursos) y de suministros críticos como armas, alimentos, y combustible son otras medidas de PRC. Puntos de control, cacheos, bloques de ruta; vigilancia, censura, y control de la prensa; y restricción de actividad que se aplique a grupos seleccionados (sindicatos, grupos políticos, etc.) son otras medidas de PRC.
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Consideraciones legales Todas las restricciones y medidas de DA deben ser regidas por la legalidad de esos métodos y su impacto sobre la población. En países donde las autoridades gubernamentales no tienen una amplia flexibilidad en el control de la población debe ser promulgada legislación especial o de emergencia. Esa legislación de emergencia puede incluir una forma de ley marcial permitiendo al gobierno los allanamientos sin mandato judicial, detener sin presentar acusaciones formales, y ejecutar otras acciones similares.
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Operaciones psicológicas:
Las PSYOP pueden apoyar la misión desacreditando a las fuerzas insurgentes ante grupos neutrales, creando disenso entre los propios insurgentes, y apoyando programas de tránsfugas. Programas divisivos crean disensión, desorganización, baja moral, subversión, y defección entre las fuerzas insurgentes. También son importantes programas nacionales para ganar a insurgentes para el lado del gobierno con ofertas de amnistía y recompensas. Motivos para la entrega pueden varias de rivalidades personales y amargura a la desilusión y el desaliento. La presión de las fuerzas de seguridad tiene poder persuasivo.
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El personal de inteligencia debe considerar los parámetros dentro de los cuales opera un movimiento revolucionario. Frecuentemente, establecen un centro centralizado de procesamiento de inteligencia para recolectar y coordinar la cantidad de información requerida para hacer cálculos de inteligencia a largo plazo.
La inteligencia a largo plazo de concentra en los factores estables existentes en una insurgencia. Por ejemplo, varios factores demográficos (étnicos, raciales, sociales, económicos, religiosos, y características políticas del área en el que el movimiento clandestino tiene lugar) son útiles para identificar a los miembros de la resistencia. Información sobre la organización clandestina a nivel nacional, de distrito, y local es básica para la FID (Defensa Interna en el Exterior) y / o operaciones de IDAD. La recolección de inteligencia específica a corto plazo sobre las variables en rápido cambio de una situación local es crítica. El personal de inteligencia debe reunir información sobre miembros de la resistencia, sus movimientos, y sus métodos. Biografías y fotos de presuntos miembros de la resistencia, información detallada sobre sus casas, familias, educación, historia laboral, y asociados, son características importantes de la inteligencia a corto plazo.
La destrucción de sus unidades tácticas no es suficiente para derrotar al enemigo. Las células o la infraestructura clandestinas de los insurgentes deben ser neutralizadas primero porque la infraestructura es su principal fuente de inteligencia táctica y control político. La eliminación de la infraestructura dentro de un área logra dos objetivos: asegura el control gubernamental del área, y corta las principales fuentes de inteligencia del enemigo. Un centro de comando de inteligencia y operaciones (IOCC) es necesario a nivel de distrito o provincia. Esta organización se convierte en el centro nervioso para operaciones contra la infraestructura insurgente. La información sobre objetivos de la infraestructura insurgente debe provenir de fuentes como la policía nacional y otras redes y agentes e individuos (informante) de inteligencia establecidos.
La naturaleza altamente especializada y delicada de la recolección de inteligencia clandestina exige agentes especialmente seleccionados y altamente entrenados. La información de fuentes clandestinas es a menudo altamente confidencial y requiere un estrecho control para proteger a la fuente. Sin embargo, la información táctica según la cual puede emprenderse una reacción en combate puede ser pasada al nivel táctico adecuado.
La localización, evaluación, y reclutamiento de un agente no es un proceso fortuito sin tener en cuenta el tipo de agente que se busque. Durante la fase de evaluación, el agente a cargo determina el grado de inteligencia del individuo, su acceso al objetivo, cobertura disponible o necesaria, y motivación. Inicia el reclutamiento y la acción y la acción de codificación sólo después de que determina que el individuo tiene los atributos necesarios para satisfacer las necesidades.
Todos los agentes son observados de cerca y los que no son fiables son relevados. Es mejor tener unos pocos agentes bien centrados, fiables y más económicos que una gran cantidad de agentes deficientes.
Se necesita un sistema para evaluar a los agentes y la información que presentan. El mantenimiento de un archivo maestro de un agente (posiblemente al nivel SFOD B) puede ser útil al evaluar al agente respecto al valor y la calidad de la información que ha presentado. El archivo debe contener una copia del informe de los datos de la fuente del agente y cada informe de inteligencia que haya presentado.
Las fuerzas de seguridad pueden inducir a individuos de entre la población en general para que se conviertan en informantes. Las fuerzas de seguridad utilizan diversos motivos (conciencia cívica, patriotismo, miedo, elusión de castigos, gratitud, venganza o celos, recompensas económicas) como argumentos para persuadir. Utilizan la promesa de protección contra represalias como un aliciente importante. Las fuerzas de seguridad deben mantener el anonimato del informante y deben ocultar el paso de información de la fuente al agente de seguridad. El agente de seguridad y el informante deben acordar previamente señales que coincidan con la conducta diaria.
La vigilancia, la observación clandestina de personas y sitios, es un método principal para obtener y confirmar información de inteligencia. Las técnicas de vigilancia varían naturalmente según los requerimientos de diferentes situaciones. Los procedimientos básicos incluyen la observación mecánica (escuchas o micrófonos ocultos), observación desde sitios fijos, y la vigilancia físicas de sujetos.
Cada vez que un sospechoso es detenido durante una operación, tiene lugar un interrogatorio apresurado para obtener información inmediata que podría ser de valor táctico. Los métodos utilizados más frecuentemente para recolectar información (estudios de mapas y observación aérea), sin embargo, normalmente no tienen éxito. La mayoría de los prisioneros de guerra no saben leer un mapa. Cuando son llevados en un vuelo de reconocimiento visual, es usualmente su primer vuelo y no pueden asociar una vista aérea con lo que vieron en el terreno.
El método más exitoso de interrogatorio consiste de un estudio de mapa basado en información desde el terreno recibida del detenido. El interrogador pregunta primero al detenido cuál era la dirección del sol cuando abandonó el campo base. Partiendo de esa información puede determinar una dirección general. El interrogador luego pregunta al detenido cuanto se demoró para caminar hasta el punto en el que fue capturado. A juzgar por el terreno y la salud del detenido, el interrogador puede determinar un radio general en el que se puede encontrar el campo base (puede utilizar una transparencia de sobreposición con este fin). Entonces solicita al detenido que identifique importantes características del terreno que vio en cada día de su viaje (ríos, áreas descubiertas, montes, arrozales, pantanos). A medida que el detenido habla, y se refresca su memoria, el interrogador ubica esas características del terreno en un mapa actualizado y gradualmente representa la ruta del detenido para terminar por ubicar el campo de base.
Si el interrogador es incapaz de hablar el lenguaje del detenido, interroga mediante un intérprete que ha recibido de antemano una instrucción. Una grabadora también puede ayudarle. Si el interrogador no está familiarizado con el área, personal familiarizado con el área lo informa antes del interrogatorio y luego se une al equipo de interrogación. La grabadora permite al interrogador un interrogatorio con más libre flujo, La grabadora también permite que un intérprete entendido elabore sobre los puntos que el detenido ha mencionado sin que el interrogador interrumpa la continuidad establecida durante una secuencia determinada. El intérprete también puede cuestionar ciertas inexactitudes, manteniendo la presión sobre el sujeto. El intérprete y el interrogador tienen que estar bien entrenados para trabajar como equipo. El intérprete tiene que estar familiarizado con los procedimientos de interrogatorio. Sus instrucciones previas al interrogatorio deben incluir información sobre la salud del detenido, las circunstancias que llevaron a su detención, y la información específica requerida. Un interrogatorio exitoso depende de la continuidad y de un intérprete bien entrenado. Una grabadora, (o un secretario que tome notas) refuerzan la continuidad al liberar al interrogador de tareas administrativas que cuestan tiempo.
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Estructuras políticas. Una organización partidaria fuertemente disciplinada, formalmente estructurada para que se asemeje a la estructura gubernamental existente, puede ser hallada al centro de algunos movimientos insurgentes. En la mayoría de los casos, esta estructura organizativa consistirá de organizaciones comprometidas en los niveles de la aldea, la provincia o el país. Dentro de grandes divisiones y secciones de los cuarteles militares insurgentes, existen canales de comando totalmente definidos pero paralelos. Existen cadenas de comando militares y canales políticos de control. El partido asegura una dominación total sobre la estructura militar utilizando su propia organización paralela. Domina a través de una división política en un cuartel militar insurgente, una célula o grupo de partido en una unidad militar insurgente, o un oficial político militar.
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Operaciones especiales de recolección de inteligencia
Técnicas y fuentes alternativas de recolección de inteligencia, como ser operaciones dobles o falsas, pueden ser probadas y utilizadas cuando es difícil obtener información de la población civil. Estas seudo-unidades están usualmente compuestas de ex guerrilleros y/o de personal de las fuerzas de seguridad que se las dan de insurgentes. Circulan en la población civil y, en algunos casos, infiltran a unidades de la guerrilla para reunir información sobre movimientos de la guerra y su infraestructura de apoyo.
Hay que utilizar mucho tiempo y esfuerzo para persuadir a insurgentes para que cambien de lado y sirvan con las fuerzas de seguridad. Posibles candidatos deben ser adecuadamente seleccionados, dándoles a continuación una opción de servir con las fuerzas de seguridad de la HN [nación anfitriona] o encarar el enjuiciamiento bajo la ley de la HN por crímenes terroristas.
Unidades de la fuerza de seguridad gubernamentales y unidades de diverso tamaño han sido utilizadas para operación de infiltración contra fuerzas clandestinas y de la guerrilla. Han sido especialmente efectivas en la obtención de información sobre la seguridad y los sistemas de comunicación clandestinos, la naturaleza y el alcance del apoyo civil y de la vinculación con la resistencia, los métodos clandestinos de suministro, y la posible colusión entre funcionarios locales del gobierno y la resistencia. Antes de que una unidad semejante pueda ser adecuadamente entrenada y disimulada, sin embargo, hay que reunir mucha información sobre la apariencia, las formas de ser, y los procedimientos de seguridad de unidades del enemigo. La mayor parte de esta información proviene de tránsfugas o prisioneros reformados. Los tránsfugas también se convierten en excelentes instructores y guías para una unidad de infiltración. Al utilizar un equipo camuflado, los hombres seleccionados deben ser entrenados, orientados, y disimulados para que parezcan y actúen como auténticas unidades clandestinas o de la guerrilla. Aparte de adquirir información valiosa, las unidades de infiltración pueden desmoralizar a los insurgentes en la medida en que se hagan excesivamente sospechosos y recelosos hacia sus propias unidades.
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Después de establecer el cordón y de determinar un área de contención, se establecer el punto o centro de selección. Todos los civiles en el área acordonada pasarán entonces a través del centro de acordonamiento para ser clasificados.
Personal de la policía nacional completarán, si no existen datos del censo en los archivos policiales, una tarjeta básica de registro y fotografiarán a todo el personal sobre 15 años. Imprimirán dos copias de cada foto – una es pegada en la tarjeta de registro y la otra en el libro de la aldea (para posible uso en operaciones posteriores y para identificar a renegados e informantes).
El jefe del elemento de selección asegura que los seleccionadores interroguen a parientes, amigos, vecinos, y otros individuos informados sobre dirigentes o funcionarios de la guerra que operen en el área sobre su paradero, movimientos, y su regreso esperado.
El área de selección debe incluir áreas en las que personal policial y de inteligencia militar pueda entrevistas en privado a individuos seleccionados. Los interrogadores tratan de convencer a los entrevistados de que su cooperación no será detectada por otros habitantes. También discuten, durante la entrevista, la existencia de recompensas monetarias por ciertos tipos de información y equipos.
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Las Fuerzas de Auto-Defensa Civil [CSDF por sus siglas en inglés – Paramilitares o, especialmente en El Salvador o en el contexto de la guerra civil colombiana, “escuadrones de la muerte” derechistas]
Cuando una aldea acepta el programa de las CSDF, los insurgentes no pueden optar por ignorarlo. Si no se castiga a la aldea, alentará a otras aldeas a aceptar el programa CSDF del gobierno. Los insurgentes no tienen otra alternativa; tienen que atacar a la aldea de las CSDF para dar una lección a otras aldeas que consideren las CSDF. En cierto sentido, la efectividad psicológica del concepto de las CSDF comienza al trastrocar la estrategia insurgente de presentar al gobierno como represor. Obliga a los insurgentes a cruzar un umbral crítico – el de atacar y matar a la misma clase de gente que supuestamente están liberando.
Para tener éxito, el programa de las CSDF debe tener apoyo popular de los directamente involucrados o afectados. El campesino promedio no está normalmente dispuesto a luchar hasta la muerte por su gobierno nacional. Su gobierno nacional puede haber sido una sucesión de dictadores corruptos y burócratas ineficientes. Esos gobiernos no son el tipo de instituciones que inspiran emociones de lucha hasta la muerte en el campesino. La aldea o ciudad, sin embargo, es algo diferente. El campesino promedio luchará mucho más duro por su casa y por su aldea de lo que jamás haría por su gobierno nacional. El concepto de las CSDF involucra directamente al campesino en la guerra y la convierte en una lucha por la familia y la aldea en lugar de una lucha por algún gobierno lejano irrelevante.
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Miembros de las CSDF no reciben paga por sus deberes civiles. En la mayor parte de los casos, sin embargo, derivan ciertos beneficios del servicio voluntario. Esos beneficios pueden variar de prioridad de contratación para los proyectos CMO a un sitio adelante en las colas para raciones. En El Salvador, personal de las CSDF (que son llamadas defensa civil en ese país) recibieron una póliza de seguro de vida financiada por EE.UU., en la que la mujer o su pariente más cercano era el beneficiario. Si un miembro de las CSDF moría en la línea del deber, la viuda o su pariente más cercano recibía ceremoniosamente el pago de un funcionario de la HN. La HN administraba el programa y un asesor de EE.UU., que mantenía la contabilidad de los fondos, verificaba el pago. La HN [Nación Anfitriona] ejerce el control administrativo y visible.
El grado de reacción y el pago rápido son esenciales en el proceso, ya que la viuda normalmente carece de medios de apoyo y el efecto psicológico de que el gobierno le ayude en su aflicción impresionan a toda la comunidad. Estos, y otros beneficios, ofrecidos por o mediante el gobierno de la HN son valiosos incentivos para reclutar y mantener las CSDF.
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Los miembros locales de las CSDF seleccionan a sus dirigentes y sus lugartenientes (grupos y equipos de las CSDF) en elecciones organizadas por las autoridades locales. En algunos casos, la HN nombra a un jefe que es un miembro especialmente seleccionado de las fuerzas de seguridad de la HN entrenado para realizar esta tarea. Semejantes nombramientos ocurrieron en El Salvador, donde las fuerzas armadas han establecido una escuela formal para entrenar a comandantes de las CSDF. Se requiere extremo cuidado y una supervisión de cerca para evitar abusos por parte de los jefes de las CSDF.
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La organización de unas CSDF puede ser similar a la de un grupo de combate. Esta organización es efectiva tanto en contextos rurales como urbanos. Por ejemplo, un grupo básico, con una fuerza de 107 miembros, está dividido en tres elementos de 35 hombres, más un elemento en el cuartel de 2. Cada elemento de 35 hombres está dividido en tres equipos de 11 hombres y un elemento en el cuartel de 2. Cada equipo consiste de un jefe de equipo, y un ayudante del jefe, y tres células de 3 hombres cada una. Esta organización puede ser modificada para acomodar la cantidad de ciudadanos disponibles.
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El entrenamiento con armas para el personal de las CSDF es crítico. La pericia con las armas decide el resultado de una batalla y debe ser subrayada. De igual importancia es el mantenimiento y el cuidado de las armas. A los miembros de las CSDF se les enseña puntería básica con los rifles con un énfasis especial en los disparos desde posiciones fijas y durante condiciones de visibilidad limitada. También se incluye en el programa de entrenamiento de puntería es la detección de objetivos y la disciplina de fuego.
Generalmente se asigna munición de entrenamiento a las CSDF sobre la base de una cantidad especificada de tiros para cada arma autorizada. Una fuerza gubernamental de apoyo de la HN o una fuente logísticas de las CSDF suministra la munición para respaldar los cursos de reciclaje.
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Actos de mal comportamientos de personal de la HN [Nación Anfitriona]
Todos los miembros de los equipos de ayuda del entrenamiento deben comprender sus responsabilidades respecto a actos de mal comportamiento de personal de la HN. Los miembros de los equipos reciben instrucciones antes de su despliegue sobre qué hacer si encuentran u observan semejantes actos. Actos prohibidos por el Artículo Común 3 de las cuatro Convenciones de Ginebra enumera actos prohibidos por partes de la convención. Tales actos son:
Violencia contra la vida y la persona, en particular, asesinato, mutilación, tratamiento cruel, y tortura.
Toma de rehenes.
Ofensas contra la dignidad personal, en particular, tratamiento humillante y degradante.
Pronunciamiento de sentencias y realización de ejecuciones sin juicio previo por un tribunal regularmente constituido que permita todas las garantías oficiales que son reconocidas como indispensables por gente civilizada.
Las provisiones del párrafo anterior representan un nivel de conducta que EE.UU. espera que sea observado por cada país extranjero.
Si los miembros de un equipo encuentran actos prohibidos que no pueden impedir, se desconectarán de la actividad, abandonará el área si es posible, e informarán inmediatamente sobre los incidentes a las autoridades apropiadas de EE.UU. en el país. El equipo en el país identificará a autoridades apropiadas de EE.UU. durante la instrucción inicial del equipo. Los miembros del equipo no discutirán semejantes temas con autoridades que no sean del gobierno de EE.UU., como ser periodistas y contratistas civiles.
[…]
La mayor parte de los documentos doctrinarios y de entrenamiento de los insurgentes subrayan el uso de minas a presión en las áreas más aisladas o menos pobladas. Prefieren utilizar minas a control remoto en las áreas más densamente pobladas. Esos documentos subrayan que cuando utilizan minas detonadas sin control remoto, los insurgentes utilizan todos los medios para informar a la población local sobre su ubicación, con las correspondientes regulaciones de seguridad. En realidad, la mayoría de los grupos insurgentes sufren de diferentes grados de deficiencia en sus sistemas de C2 (comando y control). Sus C2 no les permiten verificar que los elementos a su nivel operativo sigan estrictamente directivas y órdenes. En el caso del Frente Farabundo Martí de la Liberation Nacional [sic] (FMLN) en El Salvador, el individuo que coloca la mina es responsable por su recuperación después del enfrentamiento. Existen problemas con este concepto. El individuo puede ser muerto o las fuerzas de seguridad pueden ganar el control del área. Por ello, la recuperación de la mina es casi imposible.
[…]
Minas antipersonal hechas en casa son utilizadas extensivamente en El Salvador, Guatemala y Malasia. (Un 80% de todas las bajas de las fuerzas armadas salvadoreñas en 1986 se debieron a minas; en 1987, los soldados heridos por minas y trampas-bomba promediaron entre 50 y 60 por mes.) El punto importante a recordar es que cualquier bomba hecha en casa es el producto de los recursos disponibles del grupo insurgente. Por ello, nunca dos minas antipersonal pueden ser iguales en su configuración y materiales. Los grupos insurgentes dependen en gran medida de materiales descartados o perdidos por personal de las fuerzas de seguridad. Los insurgentes no sólo usan armas, munición, minas, granadas, y cargas de demolición para su propósito original sino también para preparar minas viables y trampas-bomba.
[…]
Una serie de exitosas colocaciones de minas realizadas por los insurgentes Viet Cong en el río Cua Viet, provincia Quang Tri, demostraron su inventiva en contrarrestar tácticas de detección de minas. Inicialmente se realizaban acciones de detección utilizando cadenas arrastradas por la mañana y la noche. Después de varios ataques exitosos con minas, fue obvio que colocaban las minas después del paso de los equipos detectores. Entonces, los botes que utilizaban el río se formaron en convoyes y transitaban el río con barreminas que iban a 914 metros delante del convoy. Sin embargo, botes del convoy fueron exitosamente minados al medio del canal, indicando que las minas fueron colocadas de nuevo después del paso del barreminas, posiblemente utilizando sampanes. Varios sampanes fueron observados cuando cruzaban o utilizaban de otra manera el canal entre los barreminas y el convoy. Los convoyes fueron entonces organizados de modo que los barreminas trabajaban directamente frente al convoy. Un convoy pasó exitosamente. Al convoy siguiente le atacaron con minas su barreminas y fue emboscado cerca de las riberas del río.
[…]
Consejeros militares
[…]
La presión psicológica sobre los homólogos de la HN [Nación Anfitriona] puede ser a veces exitosa. Formas de presión psicológica pueden variar desde lo obvio a lo sutil. El consejero nunca aplica amenazas, presión o intimidación directas sobre su homólogo. La presión psicológica indirecta puede ser aplicada llevando el problema más arriba a la cadena de comando, a un comandante estadounidense más elevado. El comandante de EE.UU. puede entonces conducir a su homólogo a obligar al homólogo subordinado a ajustarse. La presión psicológica puede obtener resultados rápidos, pero puede tener efectos colaterales muy negativos. El homólogo se sentirá enajenado y posiblemente hostil si el consejero usa técnicas semejantes. Ofertas de pago en la forma de objetos de valor puede llevarlo a resentirse por el control obvio que se ejerce sobre su personal. En breve, la presión psicológica sobre un homólogo no es recomendada. Semejante presión es utilizada sólo como último recurso ya que puede dañar irreparablemente la relación entre el consejero y su homólogo.
Apoyo de PSYOP [Operaciones Psicológicas] para los asesores militares
La introducción de asesores militares requiere la preparación de la población con la cual los consejeros van a trabajar. Antes de que los consejeros entren a un país, el gobierno de la HN [Nación Anfitriona] explica cuidadosamente su introducción y subraya claramente los beneficios de su presencia para los ciudadanos. Debe suministrar una justificación verosímil para minimizar los obvios beneficios propagandísticos que los insurgentes pueden obtener como resultado de esta acción. Los elementos disidentes del país califican nuestras acciones, no importa cuán buena sea su intención, como “intervención imperialista.”
Una vez que los asesores están involucrados, sus actividades deben ser aprovechadas. Su integración exitosa en la sociedad de la HN y su respeto por las costumbres y buenas maneras locales, así como su participación en proyectos de CA [Asuntos Cívicos], son constantemente destacados. Al formular una política realista para el uso de asesores, el comandante debe evaluar cuidadosamente el clima psicológico de la HN y de EE.UU.
[…]
Operaciones de PRC [Control de Población y Recursos]
Los asesores ayudan a sus homólogos en el desarrollo de planes adecuados de control y en programas de entrenamiento para medidas de PRC. También ayudan a coordinar planes y solicitudes para materiales y someten recomendaciones para mejorar la efectividad general de las operaciones. Pueden ayudar a preparar el inicio del control:
Seleccionar, organizar y entrenar a fuerzas paramilitares e irregulares.
Desarrollar actividades de PSYOP [Operaciones Psicológicas] para apoyar operaciones de PRC.
Coordinar actividades a través de un centro de coordinación del área (si está establecido).
Establecer y refinar operaciones de PRC.
Intensificar actividades de inteligencia.
Establecer y refinar la coordinación y las comunicaciones con otras agencias.
Referencias
1. ↑ Newsweek.Special Forces May Train Assassins, Kidnappers in Iraq by Michael Hirsh & John Barry, Jan. 14, 2005, http://www.msnbc.msn.com/id/6802629/site/newsweek/print/1/displaymode/1098/
2. ↑ US State Department, FOIA record, http://foia.state.gov/documents/elsalvad/738d.PDF
http://wikileaks.org/wiki/How_to_train_death_squads_and_quash_revolutions_from_San_Salvador_to_you