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Por: Iván Escobar
Colaborador
La Cripta de Catedral lucía este viernes al mediodía un tanto vacía, algunas personas hacían su habitual visita, otros feligreses daban los últimos retoques al orden, colocaban flores y decoraciones propias del santuario donde descansa el cuerpo de San Oscar Arnulfo Romero, Obispo mártir, asesinado el 24 de marzo de 1980, por sectores radicales de derecha, un hecho condenado desde el primer momento por la iglesia y la sociedad salvadoreña.
Entre el silencio del espacio y las oraciones de algunos presentes, ingresó a la cripta, Mons. Luigi Cona, Nuncio Apostólico acreditado en El Salvador, la representación del Papa Francisco en nuestro país y alta autoridad jerárquica de la iglesia Católica. Iba acompañado de tres monjas, ingresó y de inmediato rindió sus saludos y oraciones al primer Santo salvadoreño. Luego de unos minutos se retiró.
Luego ingresó otra comitiva de religiosos, acompañando al Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar Alas, quien también elevó una oración y gratitud al obispo mártir, y tras orar por unos minutos se retiró.
La misa de las 12 estaba por comenzar en la Catedral Metropolitana, ambas autoridades eclesiásticas se dirigieron a la nave central del templo. Uno a uno, llegaron los sacerdotes de otras parroquias para acompañar a los obispos que iban a oficiar la misa en conmemoración por el 44 aniversario del martirio de Mons. Romero.
Las campanas llamaron a los feligreses a la hora indicada y la celebración litúrgica comenzó con el ingreso del clero, quienes además contaban con la presencia del Cardenal Mons. Gregorio Rosa Chávez.
“Qué lindo celebrar este aniversario justo al comienzo de la Semana Santa”, externó Mons. Cona, al inicio de la explicación del evangelio correspondiente a este día, en el cual expresó cómo Jesús y San Romero, actuaron de forma similar cuando fueron atacados, insultados, perseguidos, y asesinados, “a la hora de ser glorificado”.
“… “Padre ha llegado la hora”, la hora de ser glorificado. La hora y la gloria…pienso que también en la pasión de San Oscar Arnulfo Romero, encontramos algo parecido, él sabía que había llegado la hora…al punto que pronunció aquella famosa frase, cuando dice: que si muere resucitará en los pobres, él entonces sabía que su hora había llegado”, interpretó Mons. Cona.
Por tanto, reiteró que en ambos se puede ver “que reconocieron que había llegado la hora, no se echaron para atrás, se fueron a enfrentarla”, añadió.
En tanto, llamó a la feligresía a tener claro esto, porque ello nos permitirá en este tiempo Santo, saber cómo actuar, no de forma sentimental y meramente “mirando un espectáculo” ¿Nosotros cómo nos preparamos? Cuestionó. Y recordó que año con año, algunas personas solo asisten a los templos en la Semana Santa y luego ya no asumen ese compromiso expresado. O igual sucede con Mons. Romero, se le visita, se hora y al salir, se olvidan de su martirio.
“Estamos por conmemorar el martirio, vamos a ir de rodillas para rezarle, y luego me voy ¿Cómo enfrento eso… O trato de huir a esa hora, cerrar mis ojos, no mirar, escapar de esta hora?”, consideró.
En ese sentido, recordó que así como Jesús ofreció su vida, a cambio de los pecados de la humanidad; San Romero también ofrendó su vida. “No hay domingo de resurrección sin viernes santo, si quieren estar con Jesucristo y la alegría de la resurrección tienes que cruzar tu cruz, para enfrentar esa hora uno tiene que prepararse”, precisó.
Con esta celebración litúrgica la iglesia Católica conmemora el martirio de Mons. Romero, este año cae 24 de marzo domingo, coincidiendo con el Domingo de Ramos, las actividades han sido previas, como la misa de este viernes. Algunos feligreses sin embargo, lamentaron la poca asistencia de personas, pues San Romero es un referente para los católicos salvadoreños, “no merece ser abandonado”, dijo Luis Salazar, uno de los asistentes a la misa.
Monseñor Cona remarcó que en esta Semana Santa “enfrenta tú hora, así como enseña el evangelio de Juan y la vida de Mons. Romero”. Por su parte, Mons. Escobar Alas, en esta celebración remarcó que es un hecho importante “tenerle en este 44 aniversario del martirio, le agradecemos tanto sus bondades señor Nuncio, nos alegra tenerle con nosotros”, concluyó.
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