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Tomado de Univisión
La detención fortuita de un grupo de sicarios en la capital de México en 2021 ayudó a evitar que Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, fuera asesinado y ayudó a que se le diera seguimiento hasta ser recapturado el jueves pasado.
Según una investigación de la Marina y la Fiscalía General de México (FGR) a la que Noticieros Televisa tuvo acceso, Guzmán López viajó a la Ciudad de México en octubre de 2021 y se alojó en un hotel ubicado en la colonia Nápoles, en el sur de la capital.
Un sujeto de nombre Pablo Edwin Huerta Nuño, apodado ‘El Flaquito’, quien es sicario de la organización criminal de los hermanos Arellano Félix, habría sido quien envió a cinco de sus hombres desde la ciudad de Tijuana para matar a Guzmán López cuando tuvo conocimiento de que viajaría a la Ciudad de México.
Los hombres llegaron a la capital el 15 de octubre y se alojaron en un hotel cercano a donde se encontraba el narcotraficante de 32 años junto a dos de sus escoltas. Para ese entonces, habían pasado dos años del llamado ‘Culiacanazo’, la fallida operación militar para detener al joven capo y, de acuerdo con las autoridades de EEUU, su posición en el cartel se había fortalecido.
Durante su estancia en la capital en el verano de 2021, dice la investigación, los cinco hombres siguieron los pasos de Guzmán López, le tomaron varias fotografías para enviárselas, junto a varios audios, a quien presuntamente era la persona al mando de la operación, un sujeto a quien llamaban ‘El Viejito’, quien mantenía al tanto a Huerta Nuño y les enviaba dinero semanalmente.
Fallido atentado contra de Ovidio Guzmán
El 28 de octubre de 2021, antes de que los sicarios pudieran llevar a cabo alguna agresión a Guzmán López, policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México detuvieron a los cinco hombres.
A uno de ellos, de nombre Aarón Alejandro Tostado Rocha, le encontraron las imágenes y los audios con los que las autoridades pudieron localizar a Guzmán López.
A partir de entonces, la Marina nunca le perdió la pista al menor de la dinastía Guzmán, quien volvió a la ciudad de Culiacán, capital del norteño estado de Sinaloa.
Fue gracias a la detención de un primo de Guzmán López, de nombre Luis Irminger Moreno Lizárraga, llevada a cabo también en la Ciudad de México en enero de 2022, como las fuerzas federales pudieron corroborar que el capo se movía únicamente en Culiacán.
Tuvo que pasar un año entero para que las autoridades llevaran a cabo la captura de Guzmán López, quien es buscado por la DEA desde 2018 después de que se le formularon cargos en una corte federal en Washington DC por contrabando de sustancias ilícitas.
Hermanos acusados de narcotráfico
El gobierno de Estados Unidos asegura que Ovidio Guzmán y su hermano Joaquín Guzmán López, de 34 años y quien sigue prófugo, dirigen una facción del Cartel de Sinaloa que tiene tentáculos que llegan hasta la compra de cocaína en Colombia.
Los hermanos, de acuerdo con el Departamento de Justicia, han sido responsables de importar grandes cargamentos de cocaína, metanfetaminas y marihuana hacia Estados Unidos.
Documentos judiciales indican que ellos enviaron al menos 5 kilos de cocaína, 500 gramos de metanfetamina y una tonelada de marihuana a este país. De su proceso penal se ha revelado poco, pues una orden judicial lo selló en abril. Se trata de un trámite usual en casos de narcotraficantes de alto perfil.
Agentes del servicio de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) lideraron este caso con la colaboración de la llamada Fuerza Especial contra Organizaciones de Narcotraficantes (OCDETF), la cual reúne a experimentados funcionarios a nivel federal, estatal y local. Es la misma agencia que participó en la última captura de ‘El Chapo’ en Los Mochis, Sinaloa, en enero de 2016.
