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“La Navidad suele ser una época del año en la que la generosidad, la solidaridad y el espíritu altruista florecen en la sociedad. Sin embargo, ¿qué pasaría si pudiéramos extender ese sentimiento de amor y compasión más allá de las festividades y hacerlo una práctica constante en nuestras vidas?”, es lo que plantea la ONG Huellas, una ONG internacional con participación en El Salvador por ser reconocida por su labor en conectar a jóvenes voluntarios con personas en situación de vulnerabilidad.
Y es que, según Huellas, cultivar el espíritu navideño durante todo el año no solo beneficia a título personal, sino que también contribuye a un mundo más amable y compasivo.
“En lugar de limitar la magia de la Navidad a un breve período, se presenta la oportunidad de hacer de cada día una celebración continua de los valores humanos que definen esta temporada tan especial”, planteó.
La Organización No Gubernamental nacida en La Plata, Argentina, y que llegó a San Salvador en mayo de este año, publicó un artículo donde explica las formas de mantener el espíritu navideño durante todo el año,
Uno de los elementos es que la gratitud diaria es la piedra angular del espíritu navideño que se puede incorporar en las vidas durante todo el año. Al apreciar conscientemente las experiencias y relaciones que brindan felicidad, se cultiva una actitud agradecida de pensar en el otro, que transforma la perspectiva cotidiana.
La calidez humana es otro componente fundamental y se manifiesta a través de actos de bondad espontáneos. Estos gestos generosos no solo benefician a quienes los reciben, sino que también enriquecen la propia existencia. “Desde ayudar a un extraño hasta ofrecer un gesto amable, estas acciones no requieren ocasiones especiales, sino simplemente una disposición constante de pensar en el otro y compartir la alegría que define la temporada navideña”.
kEl reconocer y expresar agradecimiento “se ha convertido en una parte esencial de la filosofía de la organización”, ya que, en cada interacción con las comunidades, ya sea al colaborar con organizaciones e instituciones a partir de diversos proyectos, o al llevar alegría a comedores y hogares de niños y ancianos, se fomenta un ambiente de agradecimiento constante, planteó Huellas.
“En este espíritu de calidez humana, Huellas busca recordar a todos los involucrados, desde voluntarios hasta beneficiarios, que cada gesto, cada contribución, es una parte valiosa de la construcción de un mundo más solidario”, añadió Huellas.
La empatía y el pensamiento en el bienestar de los demás son pilares fundamentales para mantener viva la llama del espíritu navideño, agregó Huellas en su artículo compartido a Diario Co Latino. Y es que cultivar la capacidad de empatía y calidez humana, de pensar en el otro, entender sus necesidades y actuar de manera altruista contribuye “a un mundo más compasivo”.
“Podemos donar a organizaciones benéficas, ofrecer nuestro tiempo como voluntarios o simplemente ser amables y comprensivos con las personas que nos rodean. Al esforzarnos por comprender las experiencias de los demás y brindar apoyo cuando sea posible, creamos un entorno donde la calidez humana se expande más allá de las festividades, convirtiéndose en un compromiso constante con el bienestar de quienes nos rodean”, señaló.
“Al comprometernos activamente con nuestro entorno, creamos un ambiente propicio para que la magia navideña y la calidez humana se manifiesten no solo en las festividades, sino a lo largo de todo el año”, sostuvo Huellas.
En ese sentido, la organización consideró que el voluntariado, tanto con niños como con abuelos, no debería limitarse a unas pocas semanas de diciembre; más bien, debería convertirse en una filosofía de vida. “La acción de ayudar y pensar en el otro está arraigado a actos desinteresados de amor y amabilidad, y el voluntariado es una forma tangible de expresar esos valores humanos durante todo el año”.
Tomando en cuenta el contexto anterior, en su artículo, Huellas mencionan que trabajan incansablemente, no solo para abordar diversas problemáticas sociales, sino que también inspirando a otros a unirse a la causa. Desde proyectos creativos hasta iniciativas de desarrollo comunitario.
Su labor no solo se limita a abordar diversas problemáticas sociales, sino que también se erige como una oportunidad de cambio y empoderamiento de aquellos grupos más vulnerables. Huellas no solo ve los desafíos como obstáculos, sino como oportunidades para sembrar semillas de cambio positivo en comunidades desfavorecidas.
En cada acto de servicio y contribución, Huellas se une a todos aquellos que buscan hacer del mundo un lugar mejor, recordando que la verdadera magia del espíritu navideño perdura más allá de las festividades, resonando en cada rincón del calendario y ofreciendo un recordatorio de la generosidad y la empatía que se puede compartir en cualquier momento del año.