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COMPRA DE VOLUNTADES

Luis Arnoldo Colato Hernández
Educador

Interesante frase esta, provoca alguna consideración al menos.

Primero es un arreglo por lo bajó, fuera de ley, que supone entre dos partes: un privado y un político, un acuerdo pecuniario con el solo propósito de beneficiar al primero, pero claramente nocivo a los intereses de las mayorías a quienes debería el político privilegiar pues es su representante.

Con más simpleza: es alquilar o comprar la influencia del político en cuestión, por una remuneración, para que los intereses del privado que los paga sean beneficiados mediante su actuación en los espacios públicos en los que tiene influencia.

Claramente supone una expresión de cruda corrupción en el estamento político dirigido a favorecer a quienes compran sus servicios, los privados, quienes de este modo no solo ejercen su influencia en la esfera política, favoreciendo sus propuestas, de regular con mayor costo para el estado, mientras además evaden sus obligaciones para con este.

Todo ello a espaldas de la población, traicionando la confianza depositada en el estamento político de parte del soberano.

Por otro lado, algunas veces la impunidad es tan cruda que podemos apreciar la corrupción de manera descarnada, a plena vista, y de manera descarada por la certeza de la impunidad que goza el político corrupto, debido al grado de descomposición al que ha llegado la sociedad, ya que ha naturalizado toda expresión de corrupción.

Así, por ejemplo, apenas iniciadas las vacaciones se hizo público por intermedio de un tweet que redactara el jefe de la bancada oficialista en la asamblea, un emotivo agradecimiento dirigido al ejecutivo, por el bono de $3,500.00 con el que beneficiaba a cada elemento de ésa bancada, es decir algo más de un cuarto de millón de dólares.

¿La razón?

Aparentemente, ya que así lo expresa el tweet en cuestión, el bono es un agradecimiento de parte del ejecutivo para con los miembros de su bancada en el hemiciclo legislativo por “…no haberle abandonado acompañándolo siempre en la presente magistratura…”, lo que el ejecutivo sabe agradecer con el premio en cuestión.

¿Premio?

Ah, el reconocimiento que hace el ejecutivo de la lealtad de sus fieles seguidores.

Antes de continuar, si recordamos, dos disidentes de esta bancada fueron depurados siendo acusados públicamente de corrupción, “de venderse a poderes extranjeros”, haciendo gala en el proceso de una extrema intolerancia y escarnio público.

Así que, el resto entiende que si desea conservar el trabajo no puede ni debe pensar por sí mismo y sí someterse al arbitrio ejecutivo.

Por otro lado, justificar la erogación de los fondos citados por la razón referida es sencillamente imposible, puesto que no está contemplada esta clase de “premios”, reconocimientos en la ley vigente tocante a salarios públicos.

Es entonces y a todo entender, una descarada coima para los miembros de la bancada oficialista, por no hacer preguntas, por solo asentir, seguir indicaciones sin preguntar, por no hacer su trabajo y si lo que le indican sin reparos ni observaciones de ningún género.

Por ser rayanamente apenas vendedores y no servidores públicos.

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