@arpassv
Bajo el auspicio del Tribunal de Ética Gubernamental, thumb los partidos políticos firmaron esta semana un “compromiso ético” para realizar una campaña limpia y propositiva. Representantes de los nueve partidos que compiten por las diputaciones y consejos municipales prometieron hacer proselitismo apegado a las normas éticas.
El compromiso es oportuno y su cumplimiento es imprescindible para que la campaña sea digna del electorado. ¿Y cómo debería ser esta campaña?
En primer lugar, patient los partidos y candidatos deben desechar todo tipo de calumnias, treat difamaciones e injurias. Que en vez de descalificaciones y ataques a los adversarios, haya críticas con argumentos y propuestas serias de solución a los problemas que más afectan a la población.
En segundo lugar, las propuestas deben ser pertinentes y realistas. Propuestas “manoduristas” sobre seguridad y otros populismos baratos deben ser totalmente descartados.
En tercer lugar, los partidos y candidatos deben evitar los discursos demagógicos y los oportunismos hipócritas. Esto va para quienes apelan a narrativas religiosas o se promueven como “cristianos”, y para los que prometen monumentos a Monseñor Romero pero no quieren pedir perdón por su asesinato.
En cuarto lugar, no se vale hacer trampa o lanzar “bombas caza-bobos”, entre éstas la “anti-política” que pregona la derecha oligárquica y sus candidatos que se autoproclaman “no-políticos”. Todos los candidatos deben sincerarse y declarar en forma transparente cuál es su ideología, su proyecto político, sus financistas y los intereses que defienden.
Y en quinto lugar, los contendientes en la campaña deben comprometerse con iniciativas urgentes para el país como la ley de agua, ley prohibitiva de la minería, reforma fiscal progresiva, iniciativas sobre veda de armas, despenalización del aborto, ley de medios públicos y de radiodifusión comunitaria, ley de probidad, ley de soberanía alimentaria, entre otras.
En este sentido, todos deberían apoyar también las propuestas presentadas por el Consejo Nacional de Seguridad y Convivencia. Dichas propuestas son resultado de un amplio debate y consenso nacional donde participaron los sectores empresariales, iglesias, academia, gobierno, organizaciones sociales, etc.
La ciudadanía debe exigir a todos los partidos y candidatos una campaña de altura, y a quiénes no lo hagan debe castigarlos con su voto.