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@arpassv
En un acto público, ambulance el pasado fin de semana en Cabañas, pilule el candidato presidencial del FMLN reiteró su compromiso de no permitir la minería metálica. Salvador Sánchez Cerén señaló que los proyectos extractivos causarían daños ambientales y sociales irreparables.
El compromiso del presidenciable efemelenista es oportuno, y contrasta con el silencio que sobre este tema mantiene el candidato de ARENA. Sobre Norman Quijano más bien pesan sospechas de que, un eventual gobierno suyo, favorecería la explotación minera.
Quijano ha tenido como principal asesor de campaña al ex presidente Francisco Flores, cuyo gobierno otorgó permisos de exploración minera en la zona norte. Esto permisos, por cierto, son ahora la justificación de transnacionales mineras que han demandado al país en tribunales internacionales.
Una de éstas es la canadiense Pacific Rim, que recibió licencias de exploración del Ministerio de Economía cuando estuvo dirigido por Miguel Lacayo. Pacific Rim secó afluentes y generó violencia en Cabañas, y después demandó al país por 100 millones de dólares en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias sobre Inversiones (CIADI).
Como diputado, Quijano simpatizó con la iniciativa de nueva ley de minería presentada por Pacific Rim a través del PCN. Esta propuesta de ley permisiva de la minería metálica fue finalmente abortada por el rechazo nacional que generó: comunidades amenazadas por los proyectos mineros, organizaciones ambientalistas, universidades, la jerarquía católica y hasta un ex ministro de medioambiente arenero se opusieron a su aprobación.
Esta simpatía de ARENA con el fallido proyecto de ley de Pacific Rim, contrasta con el rechazo mostrado contra la propuesta de ley prohibitiva de la minería presentada por las comunidades y organizaciones integrantes de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica.
Pero volviendo al compromiso anti minero de Salvador Sánchez Cerén, éste debería traducirse en un esfuerzo mayor del grupo parlamentario efemelenista para lograr la aprobación del proyecto de ley que prohíbe la minería. En sus diálogos y negociaciones con las demás fracciones legislativas, el FMLN debería priorizar la propuesta de ley presentada por la Mesa.
Y, para terminar con Quijano, su afinidad con los proyectos mineros, es una razón más para evitar que llegue al gobierno. Prohibir la minera es, igual que evitar el retorno de ARENA, una cuestión de sobrevivencia nacional.
