@davidmar2105
Luis Alberto Bran, pharm un joven de 32 años de edad, health quien vive con su esposa Margarita Carranza de 23 años y su hijo, dice no tener trabajo, pero da gracias por tener un lugar donde vivir, porque los dueños del “ranchito” le dieron donde habitar sólo por cuidar.
Bran aduce que “ellos ya no vienen aquí. Puede ser que por la misma situación. Desde hace más de 10 años que ya no se acercan porque aquí este problema se da todos los años. Todo esto está deteriorado por las lluvias que azotan y como los señores no vienen, no se les da mantenimiento”, explicó el joven.
Y es que el fin de semana las intensas lluvias que ahogaron, principalmente la zona oriental del país, también tuvieron su efecto en la zona paracentral, especialmente en el departamento de La Libertad, en la comunidad “DUA”, de la Playa San Diego.
A simple vista se puede observar la alta vulnerabilidad en la que viven. La zona fue construida especialmente para que veraneantes nacionales pasaran sus vacaciones, por lo que la mayoría de habitantes viven en los ranchos de estas personas.
Luis relata que las intensas lluvias hicieron que se desbordara el rio “Amayo”, que se encuentra cerca del lugar, a eso de las 5 de la mañana aproximadamente, en forma desesperada tuvieron que salvar sus pertenencias, que resguardarlas en lugares altos, para que no se mojaran y sólo un equipo de sonido salió afectado.
Pero dicen que después de la tormenta viene la calma. Aunque en esta ocasión no hay total tranquilidad para estas personas, pues el riesgo inminente de contraer enfermedades como el dengue o la chikungunya están a la orden del día a partir de ahora.
Aunque el nivel del agua bajó considerablemente, siempre hay más de algún pequeño charco que queda y proliferan los zancudos, además que las condiciones higiénicas del lugar no son muy buenas, por lo que los más afectados en esta situación son los menores de edad.
Dicen que sus principales necesidades en estos momentos es abastecerse de agua potable, pues debido al lodo que queda impregnado en las tuberías, el vital liquido no es consumible. Asimismo, los lugareños piden que se les provea de víveres, puesto que por las lluvias no han
salido a trabajar.
Durante la emergencia sólo Cruz
Roja Salvadoreña llegó a verificar la zona, de ahí, ni la comisión Municipal de Protección Civil, ni personal de la alcaldía municipal
se acercaron.
Asimismo, agradecen que personas altruistas llegaron a dejar ropa a los afectados, que les dejaron dos bolsas llenas de mudadas para adultos y niños.
Carolina Rivas, representa a los grupos de gente solidaria que desde temprano salieron con sus familiares desde Apopa, y llevaron esa ayuda desalojando sus “closets” y comprando ropa de segunda mano para llevarlas a los lugares como la comunidad DUA.
Sin embargo, esto sólo viene a ser un paliativo para las necesidades de estas personas ante una situación con la que luchan todos los años, y que debido a las desigualdades sociales tienen que convivir con ellas, como las grandes mayorías olvidadas.