@JoakinSalazar
Nuevamente la bandera del arcoíris, como símbolo de la diversidad, recorrió las principales calles de San Salvador, donde miles de personas, miembros de la comunidad de Lesbianas, Gay, Bisexuales, Transexuales, Transgénero e Intersexuales (LGBTI) para celebrar el día del Orgullo, en tanto que buscan ser reconocidos y exterminar todo tipo de discriminación.
El día del Orgullo, también conocido como Orgullo Gay, es el festival más grande que existe a escala internacional de la Comunidad LGBTI, que se celebra el último sábado del mes de junio en El Salvador, pero el propio día es el 28 de junio, fecha que se conmemora los disturbios de Stonewall de 1969, en Nueva York, Estados Unidos.
La idea original del día del Orgullo es que ninguna persona debe de avergonzarse de lo que es, sea esta su orientación, sexo o identidad de género, explicó William Hernández, de la Asociación Entre Amigos, una de las primeras asociaciones del país pro derechos LGBTI.
En El Salvador, la celebración del Orgullo LGBTI SE enmarca bajo la exigencia plena de los derechos de la población, como también la necesidad de erradicar todo tipo de violencia en el que aún siguen siendo víctimas.
La multitudinaria marcha unificó a representantes de todos los departamentos del país, quienes viajaron a la capital para hacer historia y exclamar sus exigencias. La marcha partió desde la autopista Norte, a un Costado de la Universidad de El Salvador, tomando la Avenida Mártires Estudiantiles 30 de julio y subir al Monumento del Salvador del Mundo, por la Alameda Roosevelt.
Este año, las organizaciones LGBTI conmemoraron 20 años del movimiento, bajo el lema “Este es nuestro Futuro”, que buscaba concientizar a la población la no migración irregular a otros países, esto debido a que se ha crecido la incidencia de la Comunidad LGBTI en migrar para buscar mejores oportunidades.
Sin embargo, William Hernández afirma que para terminar con la migración irregular es necesario garantizar los plenos derechos a la comunidad a través de leyes que sean inclusivas que permita poder ejercer un trabajo y una vida normal en la sociedad salvadoreña.
Hernández reconoció el papel de la Ministra de Trabajo, Sandra Guevara quien ha sido impulsora para generar oportunidades de laborales para la comunidad LGBTI, situación que ha generado empleo para más de 10 miembros de la comunidad, en su mayoría personas transgénero.
“Pese a que se han hecho esfuerzos es poco, falta garantizar leyes que reconozcan a la comunidad y que les permita ingresar a contar con trabajo, salud, educación y justicia”, dijo Hernández.
Asimismo, explicó que continúa en el país un alto grado de impunidad, con más de 500 casos de Homicidios de la población LGBTI que no han sido debidamente investigados y enjuiciados a sus vectores afirma Hernández.
Ámbar Alfaro, mujer transgénero y representante de la organización ASPIDH Arcoíris, aseguró que una de las luchas más representativas del sector es la necesidad de implementar una Ley de Identidad de Género, que reconozca e identifique a las mujeres Trans por su nombre femenino y no por el obtenido al nacer.
“Seguimos exigiendo una Ley de Identidad de Género, esperamos que pronto sea discutida y aprobada, lo que permita tener pleno cumplimiento de derechos a todos y todas las personas transgénero del país”, dijo Alfaro.
La ley de Identidad de Género sigue en discusión por parte de las organizaciones de mujeres y hombres trasgénero de El Salvador.