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Xinhua
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La comunidad costera de El Zonte, en El Salvador, se perfila como un lugar de desarrollo e innovación tecnológica gracias al uso del Bitcoin, la criptomoneda que está cobrando auge en el país centroamericano.
El Zonte y la aldea de Punta Mango apuestan al Bitcoin como una solución a su economía que les permite generar sustentabilidad, impulsado por el proyecto Bitcoin Beach, que fue creado por extranjeros para el uso de la criptomoneda.
Es tanto el interés que ha suscitado el Bitcoin, que ya existe desde el pasado 4 de febrero un cajero automático (ATM) en el Café Cocoa de la zona turística de la playa El Zonte.
El cajero es administrado por la compañía Athena Bitcoin y también permite operar con Litecoin y Bitcoin Cash.
Francisco Monje, gerente de un negocio local que acepta Bitcoin en El Zonte, dijo a Xinhua que todo empezó por la curiosidad de ver cómo se trabajaba con la moneda, pero ha sido de gran conveniencia para el restaurante y ha sido de bastante ayuda para la comunidad.
Señaló que debido a la pandemia del nuevo coronavirus “estamos haciendo un pago virtual donde hay cero contactos, el riesgo se reduce y también nos ha ayudado a nuestros pagos con las tiendas, la compra de otro insumo, pues todos los pagos se hacen con Bitcoin. Nuestro dinero vale aún más en esta plataforma y podemos comprar más con lo que hemos recibido”.
Impulso al Desarrollo Local
La criptomoneda comenzó a circular en el lugar gracias a la visión de un turista que se juntó con otros jóvenes para fundar Bitcoin Beach, con el propósito de enseñar la forma de invertir y manejar la moneda para impulsar el desarrollo en la localidad.
Todos los pagos son a través de Bitcoin y poco a poco los habitantes de El Zonte se han acostumbrado al cambio.
En esa pequeña aldea con acceso limitado a bancos y a servicios financieros, el Bitcoin es la solución a los males para la mayoría de sus habitantes no bancarizados y negocios locales que no cumplen los requisitos para aceptar tarjetas de crédito.
Desde la creación del Bitcoin en 2008, el auge que ha tenido es impresionante y ha llegado para quedarse en cientos de países, incluyendo El Salvador o su vecino Honduras, donde hay unos cinco negocios que lo utilizan en la isla de Roatán, en el caribe.
La criptomoneda se presenta como una solución para solventar muchos de los problemas que ha padecido la región, en su conjunto, por la falta de bancarización.
Los habitantes de una buena parte de las zonas remotas de El Salvador no pueden abrir una cuenta de banco, por ejemplo.
Su uso se extiende en Centroamérica
El uso de la moneda se ha extendido lentamente en Centroamérica como base en las regiones con actividades turísticas donde buscan avanzar, mientras no sean frenadas por leyes bancarias locales.
Según explican expertos, con bitcoins se puede pagar un bien o un servicio. Se pueden comprar bitcoins en casas de cambio o crear bitcoins mediante máquinas diseñadas para ello, pero en la práctica el número de transacciones es minúscula comparado con el de otros medios de pago.
Desde que el Bitcoin se usa en El Zonte el interés está creciendo y las transacciones han aumentado de a poco y cada día más personas se suman en su uso, y no es para menos, pues se estima que en el mundo hay más de 14.100 lugares que aceptan Bitcoin como pago, todos rastreados en línea.
En Centroamérica las ciudades de Guatemala, Managua, San Salvador y la isla de Roatán hacen uso de esta moneda digital.
Ediodoro Palma, propietario de un negocio local, comentó a Xinhua que ve bastantes personas y más jóvenes que hacen uso de la moneda.
“Yo veo que a bastantes les favorece porque vienen a comprar, no traen dinero en efectivo, pero vienen con su teléfono”, enfatizó.
Es así que con el pasar del tiempo, muchos salvadoreños han aprendido a confiar y conocer más sobre el Bitcoin, a disfrutar de su simplicidad de hacer transferencias a bajo coste y lo más importante, a creer que esta billetera virtual se puede ensanchar para su beneficio.
