Por: Iván Escobar
Colaborador
@DiarioCoLatino
Las familias de la comunidad San Jorge, en el municipio de Ayutuxtepeque, de San Salvador, celebraron el pasado fin de semana, la quinta edición del Festival del Maíz, esta vez en homenaje a su fundadora, Rosita Alas, reina de la festividad.
El mes de septiembre en El Salvador se caracteriza porque en distintas comunidades realizan actividades en las cuales se comparten platillos típicos derivados de la cosecha de maíz, planta ancestral y una de las tradiciones que se replica en distintas partes. La comunidad San Jorge, no se quedó atrás, y el pasado sábado 9 de septiembre celebraron su “V Festival”.
Música, bailes, rifas, y por supuesto atolito de maíz, elotes salcochados y “elotes locos”, así como pupusas, pastelitos, y otros platillos típicos fueron parte de la festividad que organizó la comunidad religiosa de esta localidad, y que contó con la participación de artistas y emprendedoras de San Salvador y Ayutuxtepeque, que llegaron a compartir con los habitantes del lugar.
“Me siento feliz y contenta porque Dios me ha dado la oportunidad de estar aquí una vez más”, expresó con alegría Rosita Alas, quien hace cinco años impulsó este esfuerzo, y ahora cumple su quinta edición. “Me alegra que mantenga el festival”, aseveró, junto a sus hijos, nueras y nietos.
A la actividad asistió el comité ciudadano de Ayutuxtepeque, así como el director de la Casa de la Cultura de esta localidad, César Calderón, quien destacó la importancia de este evento, y sobre todo el compartir en vida a quienes son referentes de esta festividad.
Los lugareños se mostraron contentos y entusiasmados de continuar esta tradición heredada de Rosita Alas, y se comprometieron a continuar cada año el festival, que ya forma parte de la serie de festivales que año con año tienen lugar por estas fechas en distintas partes del territorio.
“Tenemos ya dos años de estar acompañando”, aseguraron los representantes de la comunidad y parte del grupo de trabajo en el templo local.
Los asistentes, además de compartir una tarde amena, disfrutaron platillos típicos, compra de artesanías, y lo más importante ser parte de la fiesta que “ya ha comenzado a identificar a San Jorge, como una comunidad unida y trabajadora”, destacó Walter Molina, artista local y uno de los organizadores de la jornada.